El 60% de los que devengan el salario mínimo son menores de 25 años
Hay que promover el primer empleo y el ingreso de los jóvenes.
Solo con que el 60 % de los que ganan el salario mínimo en Colombia son menores de 25 años debería ser suficiente razón para considerar el reajuste salarial como una política meritoria. De acuerdo con David Díaz, profesor de Economía de Uninorte, en los casos en que las alzas reducen el empleo, los jóvenes no resultan afectados de manera significativa.
“Que los reajustes del salario mínimo favorezcan el empleo y el ingreso de los jóvenes es de la mayor importancia en estos momentos en que se precisa de mayor esfuerzo para consolidar la paz en Colombia”, agrega el profesor.
Los jóvenes siguen siendo los más afectados por el mercado laboral colombiano; según el Dane, entre agosto y octubre de 2018 la tasa de desempleo de la población de entre 14 y 28 años se ubicó en 15,2 %. Un problema que hoy en día enfrentan los jóvenes es aceptar empleos que requieren una menor cualificación y salario para no permanecer en desempleo. Datos del Dane indican que durante lo corrido del 2018 el 14 % de los colombianos se considera subempleado por competencias profesionales y 18,8 % por ingresos.
Díaz señala que la disminución en el salario real de quienes ganan el mínimo no necesariamente incentivará a los empresarios a crear nuevas fuentes de trabajo. “En cambio, un aumento razonable por encima de la inflación podría estimular la demanda agregada, y, por ende, el crecimiento económico y el aumento del empleo, especialmente el de los jóvenes”.
Las leyes para disminuir el desempleo de los más jóvenes y promover el primer empleo han mostrado resultados positivos, pero que no alcanzan a controlar la problemática que hoy afrentan los jóvenes colombianos. Mejorar las competencias laborales de los jóvenes que están en estudios técnicos, tecnólogos y universitarios y los incentivos laborales a través de mejores salarios son medidas más eficientes.