El piloto brasilero sí habla español, asegura la Fiscalía
Por su parte, la defensa insiste que a Eduardo De Abreu se le debe garantizar la presencia de un traductor, en el juicio en Valledupar.
VALLEDUPAR. En la audiencia de solicitud de libertad por vencimientos de términos que se llevó a cabo ayer a favor del piloto brasilero Eduardo De Abreu Rays, señalado de participar en el secuestro de una avioneta que transportaba 2.000 millones de pesos a cargo de una empresa de valores en hechos ocurridos el 31 de enero de 2018 en el municipio de Aguachica, sur del Cesar, el fiscal 133 contra delitos de terrorismo, César Tibamoso, indicó tener suficiente material probatorio para demostrar que el acusado sí entiende y habla español, y que el supuesto que no comprender el idioma, exigiendo un traductor, no es más que una maniobra dilatoria desde que su abogado, José Luis Castro Machuca, inició su defensa.
El abogado Castro Machuca ha sostenido que desde el 31 de mayo de 2018 no se ha llevado a cabo la verificación de escrito de acusación por reiterados fracasos atribuibles al Estado. La principal razón del por qué no se ha realizado la audiencia es la falta de un traductor al idioma portugués ya que su defendido no entiende el castellano, por ser extranjero y esta falencia debe ser resuelta por el administrador de justicia.
“Han pasado 254 días desde la radicación del escrito de acusación sin verificarse, realizar preparatoria e iniciar el juicio por tanto es una causal para solicitar la libertad por vencimientos de términos”, destacó Castro Machuca.
Ante esto el fiscal César Tibamoso sostuvo que “hay una maniobra dilatoria por parte del imputado quién actúa con astucia, existen más de 8 entrevistas con funcionarios públicos colombianos que fueron realizadas en español, entendió el diligenciamiento del informe de captura en el que dijo era comerciante y piloto”.
Manifestó además que existen la versión de los trabajadores de la finca donde fue capturado quienes indican que De Abreu Rays habló con ellos español manifestando que había sido secuestrado. “Les pidió agua y ropa para cambiarse”.
De acuerdo con el fiscal, existen videos de una fiesta celebrada en Bucaramanga donde se aprecia al piloto brasilero bailando y hablando con los demás asistentes a la misma en la que indica que dicha ciudad tiene bonitos paisajes.
Hasta el cierre de esta edición la libertad del piloto se debatía en el Juzgado Segundo Penal Ambulante con funciones de control de garantías.