Hidroituango ignoró a la Costa pese a su impacto en la región
La Región Caribe fue marginada de la discusión del proyecto, que dejó en manos de una empresa de Antioquia el manejo del río Cauca, principal afluente del Magdalena. Corporaciones regionales no fueron consultadas. “Desde la concepción del proyecto, hemos
Hidroituango es considerado el proyecto energético más ambicioso en la historia de Colombia. La construcción de esta megaobra significaría, al concluirse, un aporte de 2.400 megavatios de energía generada, con lo que aportaría el 17% de cobertura para atender la demanda energética nacional.
No obstante, hoy en día el proyecto está lejos de ver la luz y, por el contrario, el cierre de sus compuertas ha provocado una grave emergencia ambiental que, de acuerdo a los expertos, todavía no ha tocado techo.
Los efectos ya se empezaron a sentir en la región Caribe, que además de enfrentarse a un fuerte fenómeno de El Niño, ha visto cómo el río Magdalena pierde su profundidad con el pasar de los días, producto del poco caudal que llega desde el río Cauca, principal afluente del Magdalena y el cual se encuentra prácticamente seco, debido a su drástico represamiento en Hidroituango.
El caudal del Cauca aporta entre dos mil y tres mil metros cúbicos de agua por segundo en condiciones normales. (Ver infografía). Hoy en día su aporte está reducido a 35 metros cúbicos de agua por segundo, lo que ha puesto en alerta a municipios de Bolívar, Córdoba, Sucre y Atlántico.
La situación lleva a pensar sobre la planeación de este megaproyecto y si dentro de los estudios necesarios para otorgar la licencia ambiental y así dar inicio a las obras estuvieron contemplados los impactos que la misma tendría sobre las poblaciones río abajo, que hoy se están viendo afectadas y sacrificadas por los bajos niveles de su principal fuente hídrica.
Otra inquietud que surge es si la obra tuvo en cuenta o ignoró, dentro de su etapa de socialización, el concepto de las autoridades ambientales y territoriales de cada uno de los departamentos de la región Caribe, que directa o indirectamente se verían afectados por la desviación del Cauca, río que cubre más de 180 municipios de Colombia y que tiene una población a su alrededor de 10 millones de personas.
Tampoco se sabe a futuro qué va a pasar con el manejo del Cauca, situación que inquieta a los gobernadores de la Región Caribe.
¿Y LAS ENTIDADES?
La coyuntura ha puesto a pensar sobre el papel que juegan las entidades gubernamentales, como el Sistema Nacional Ambiental, dependencia del Ministerio Nacional del Medio Ambiente y que tiene dentro de sus funciones definir y orientar líneas de investigación y estudios ambientales para la planeación territorial de los diversos niveles, regiones y sectores.
O sobre las competencias del Consejo Nacional del Agua, instancia creada por el expresidente Juan Manuel Santos, que articularía y coordinaría la incorporación de la gestión integral del recurso hídrico en la planificación sectorial.
Lo cierto es que más allá de la burocracia y de las competencias sobre el manejo de los recursos hídricos en el país, la Hidroeléctrica Ituango decidirá indirectamente cuándo aumentar o no el caudal del río Cauca, lo que ocasionaría cambios en el río Magdalena y afectaría a los municipios y pobladores de los pueblos ribereños,
Autoridades del Caribe coinciden en que fueron ignorados en la concepción del proyecto hidroeléctrico que hoy afecta a la Región.
cuyo sustento está basado principalmente en la pesca.
NO PREVIERON
Para el director de la Corporación Regional Autónoma, Alberto Escolar, no se previeron los efectos que Hidroituango podría generar, no solo en Antioquia, lugar en donde se está construyendo, sino en las poblaciones de las cuencas bajas.
El directivo fue enfático al afirmar que no hubo consultas a las autoridades de las cuencas bajas al momento de la aprobación de la licencia ambiental por parte de la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (Anla). “En ninguna parte y por ningún lado a nosotros nos consultaron sobre el proyecto. No es que la norma diga que lo tenían que hacer, pero sí tenían la obligación de tener en cuenta los potenciales impactos que se pudieran presentar en las cuencas bajas”, sostuvo Escolar.
Añadió que lo que ocurre en Hidroituango es consecuencia de una serie de situaciones “imprevistas y fuera de lo normal”. Precisó que el estudio de impacto ambiental estableció que se debía mantener un remanente en el Cauca de al menos 300 metros cúbicos por segundo.
LA COSTA, IGNORADA
En junio del año pasado, los gobernadores de la región Caribe se trasladaron hacia Medellín para pedir explicaciones a las Empresas Públicas de Medellín (EPM) por la posible emergencia que podría generar la situación en Hidroituango.
En esa oportunidad, los mandatarios acordaron con la empresa antioqueña la creación de nuevos canales de comunicación para monitorear la actividad del río Cauca, con el fin de prever emergencias durante la ejecución del proyecto.
En conversación con EL HERALDO, el gobernador de Bolívar, Dumek Turbay, señaló ayer que de acuerdo a lo informado por diferentes expertos ambientalistas, represar el río en las montañas de Antioquia podría generar afectaciones al desarrollo económico de La Mojana cordobesa, sucreña y bolivarense.
“Más que una solución, Hidroituango se ha convertido en una verdadera pesadilla y eso queda demostrado hoy, cuando la crisis sigue latente en la represa y cuando se decide cerrar las compuertas varios días”, manifestó.
El mandatario informó que el próximo miércoles convocará a las autoridades de Córdoba, Sucre y Bolívar y de los municipios de La Mojana, con el fin de determinar de manera precisa cuál ha sido la afectación y, de esta manera, emprender acciones legales en contra de EPM.
“Le vamos a pedir al Ministerio de Ambiente y a la Anla que de una vez por todas nos puedan decir cuál es el futuro de la represa y qué podemos esperar por los próximos años las comunidades de todos los departamentos de la ribera del Cauca y del Magdalena.
Asimismo, Turbay indicó que desde la concepción del proyecto, las autoridades del Caribe han sido un “convidado de piedra”. “Es decir, nosotros no existimos para EPM ni para todo el proyecto, no existen las autoridades, no existen las comunidades y por eso ellos están convencidos de que ellos pueden tomar decisiones como las que tomaron de cerrar las compuertas, aún haya sido justificado”, puntualizó el gobernador de Bolívar.
Entretanto, el gobernador de Atlántico, Eduardo Verano De la Rosa, señaló que al no tener ninguna propiedad sobre el proyecto, no fueron consultados. No obstante, afirmó que tampoco fueron consultados sobre el impacto que tendría en las cuencas bajas del río Magdalena.
“Por eso fuimos el año pasado precisamente para entregar nuestra inquietud frente a ese proyecto. Ellos en ese momento nos explicaron el tema, pero no se hablaba todavía de ningún impacto”, señaló Verano.
El mandatario sostuvo que la principal preocupación en este momento es el haber tomado decisiones frente al río Cauca, justo cuando está en un bajo nivel por la sequía, lo que incide aún más en el Magdalena.