El Heraldo (Colombia)

El cadete Fuentes no alcanzó a cumplirle la promesa a su mamá

Ayer se realizó el sepelio del vallenato en la capital del Cesar, la víctima 22 del atentado terrorista del Eln en la Escuela de Cadetes General Santander, en Bogotá.

- Por Jorge Laporte Restrepo

VALLEDUPAR. Andrés David Fuentes Yepes murió sin cumplir los sueños de alcanzar un alto grado en la Policía Nacional y ‘montarle’ una droguería a su mamá en la casa del barrio Villa Jaidith, al sur de Valledupar. Ayer fue sepultado luego de una ceremonia religiosa en la que recordaron su calidez humana, su vocación de servicio y la amargura del atentado a la Escuela General Santander el pasado 17 de enero, a la que había regresado hacía 9 días para continuar sus estudios como cadete.

Yalith Herazo Niño, una de sus amigas más cercanas y comadre, señaló que “no hay palabras para definir como era él” y con llanto recordó que “cada vez que regresaba de la Escuela venía a ver a su ahijado, le llegaba con sus detalles y cuando se iba me decía que cuidara mucho al niño. Era excepciona­l y siempre que uno lo necesitaba respondía que contáramos con eso”.

Andrés David fue uno de los 12 heridos del atentado, primero recluido en el Hospital Central de la Policía y posteriorm­ente ingresado a la Unidad de Cuidados Intensivos de la Clínica Simón Bolívar, en Bogotá. Tenía quemaduras en el 58 por ciento de su cuerpo, había perdido un ojo y lo someterían al proceso de amputación de una extremidad inferior. El viernes 8 de enero falleció.

“Es un hecho triste y lamentable, pero esto nos da fortaleza para seguir adelante, contrarres­tando todos estos actores criminales que tiene el país”, indicó el general Juan Libreros, director de escuelas de la Policía Nacional y quien estuvo al frente del traslado del cuerpo a Valledupar y los honores en el sepelio de Fuentes Yepes.

Sus padres y hermanos se cubrieron de llanto al darle el último adiós. Sus amigos llegaron en romería hasta la casa en la que tanto tiempo compartier­on juntos. Los recuerdos afloraron empapados por la nostalgia.

“Cuando llegué al barrio lo conocí como un niño muy alegre. Era amable y saludaba a todo el mundo a su paso. Era muy dado a querer y amigo de la comunidad, por eso hoy hay tanta gente aquí acompañánd­olo en su despedida final, aunque la tristeza nos gane”, recordó Diana Ortega, una de las vecinas del barrio Villa Jaidith, donde se hizo la corta velación del cadete.

José Bravo, otro de los grandes amigos, rompió en llanto al llegar al cementerio y recordar que “era muy humilde y sencillo. Nadie quería fiesta con él y todos recordarem­os siempre que tenía un profundo deseo de servirle al país, porque quería llegar a ser general, pero la guerra le arrebató su sueño, sin embargo vivirá en nuestros corazones”.

El duelo acompañará a la familia del cadete que murió a los 22 años y que será recordado con altura, como lo indicó su prima Johana Ruiz. “Lo vamos a recordar con alegría, como era él, incluso cuando se juegue fútbol (era defensa) y maneje motociclet­a, otras dos pasiones que tenía, además de la Policía”, sostuvo.

EL TRASLADO. En una aeronave de la Policía llegó el cuerpo de Andrés David Fuentes Yepes hasta el Aeropuerto Alfonso López, posteriorm­ente fue trasladado hasta la residencia de su familia, en una caravana de amigos, familiares y policías. Desde la calle 44 hasta la 74, sobre la carrera 27 se forjó una calle de honor, con auxiliares de la Policía vestidos de camisas blancas.

“Hoy los 183 mil policías de este país lloran el lamentable fallecimie­nto de nuestros 22 cadetes, entro ellos Andrés David. Estamos prestando todo el acompañami­ento a su familia desde el mismo momento en que se produjeron los hechos y con todos los honores que correspond­e”, señaló el general Juan Libreros.

El alto mando de la Policía señaló, además, que “los otros cadetes que resultaron heridos ya fueron dados de alta y se espera que a las siete de la mañana de hoy viernes ingresen todos los cadetes y alféreces a la escuela de Policía General Santander y se le va a realizar todo el acompañami­ento psicosocia­l y emocional que requieren los cadetes y el personal de planta de la escuela”.

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FOTOS JORGE LAPORTE RESTREPO Con todos los honores fue recibido el cuerpo de Andrés David Fuentes, una de las víctimas del ataque.
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Familiares lloran por la llegada del cuerpo a su casa.
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El cesarense Andrés David tenía 22 años de edad.

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