Estudio alerta sobre contaminación en el Lago del Cisne
Muestra que el cuerpo de agua no cumple con normas ambientales. El lago está en buenas condiciones: asegura empresa que hace mantenimiento.
Según un estudio ordenado por la CRA, el Lago del Cisne no debería ser utilizado para fines agrícolas y pecuarios, porque en sus aguas “hay presencia de metales pesados, residuos sólidos y materia orgánica”.
Vuelve a ser centro de atención el estado del lago El Cisne por cuenta de las explicaciones de la Corporación Autónoma Regional del Atlántico ( CRA) y la Gobernación acerca de la reciente muerte de peces en el cuerpo de agua.
Aunque las autoridades aseguraron que la muerte de los animales se debió a “la sobrepoblación que se presenta a causa de los bajos niveles del cuerpo de agua”, un grupo de ambientalistas sostuvo que esta situación se está registrando por el “alto nivel de contaminación”.
Tal como sucedió en 2017, la contaminación en el cuerpo de agua vuelve a salir a flote, esta vez por un diagnóstico del Laboratorio para la Industria y el Medio Ambiente (Lima S.A.S.), encargado por la Corporación Autónoma Regional del Atlántico, y que conoció EL HERALDO.
En el documento se expone que estas aguas no cumplen con las normas sanitarias y ambientales vigentes, por lo que “no deberían ser utilizadas para fines agrícolas, pecuarios ni recreativos”, teniendo en cuenta que se detectó la presencia de metales pesados, materia orgánica, residuos sólidos y el vertimiento de residuos líquidos domésticos e industriales sin tratamiento.
El laboratorio también informó que el lago El Cisne cuenta con altos valores de sólidos suspendidos, un parámetro que puede ser considerado como alta sedimentación debido a que su dinámica y característi- cas corresponden a las de un cuerpo de agua léntico, es decir, que es cerrado y se mantiene en el mismo lugar sin que el agua circule.
La situación más crítica corresponde a la presencia de bacterias tales como los pseudomonas, que se puede derivar de heces humanas y animales y su detección puede estar asociada a polución por descargas de aguas residuales.
Ese tipo de bacterias están relacionadas con infecciones auditivas en el ser humano y patógenos que afectan poblaciones de peces con enfermedades hemorrágicas.
Iván León Luna, doctor en Oceanografía y Geología de Costas de la Universidad de Vigo (España), explicó que la legislación colombiana no contempla la medición de parámetros geoquímicos en los ecosistemas acuáticos, los cuales se convierten en un indicador importante al momento de medir su contaminación.
“Si la composición geoquímica está mal, el ecosistema debe ser considerado como un punto rojo a pesar que cumpla con todos los estándares hidroquímicos. Es necesario conocer el estado del sedimento, puesto que si cuenta con altos niveles de materia orgánica, esta se va a oxidar, consume todo el oxígeno y mata toda la biota”, agregó.
El académico indicó que la emergencia presentada recientemente en el lago El Cisne es consecuencia de esta situación, ya que el sedimento presenta un enriquecimiento de materia orgánica.
“A mi juicio no deberían permitir pescar en ese lugar, así como tampoco debe haber contacto con el agua de ese ecosistema”, sostuvo.
Asimismo, León mostró su “descontento y preocupación” por la falta de coherencia en el discurso de las autoridades, teniendo en cuenta que “hace varios años, unas bacterias fueron las que mataron a los peces y ahora se debe a una sobrepoblación”.
ARROYO LEÓN, FUENTE DE LA CONTAMINACIÓN. Por otro lado, León Luna aseguró que la problemática tiene su génesis en el ingreso de las aguas del arroyo León al lago El Cisne, puesto que arrastran un alto nivel de contaminación a causa de los vertimientos de “aguas mal tratadas en la Edar El Pueblo”, así como los “vertimientos directos de alcantarillado”.
“La materia orgánica llega hasta acá por medio del arroyo León. Es por esa razón que los peces se están alimentando de materia orgánica en pleno proceso de descomposición”, sostuvo el académico a EL HERALDO.
A su turno, Osvaldo Olimpo del Castillo, presidente de la Asociación Colombiana de Ingenieros Químicos (ACIQCA), reafirmó que los niveles de contaminación que se presentan en el lago El Cisne se deben a la problemática de contaminación del arroyo León.
Explicó que desde 2016 han hecho un seguimiento al estado del lago El Cisne, detectando que a pesar de la planta de tratamiento que fue instalada tras una inversión de 2.500 millones de pesos, el agua no ingresa con los estándares de calidad deseados.
“El cuerpo de agua cuenta con altos niveles de contaminación por coliformes totales y coliformes fecales, porque los arrastra el arroyo. También hay una alta concentración de sustancias químicas como sulfatos y nitratos, que son contraproducentes para el desarrollo de organismos de forma sana”, dijo.
Puso de presente que la Edar El Plueblo se ha “quedado pequeña” para tratar las aguas residuales del suroccidente de Barranquilla, razón por la cual no se pueden reducir los niveles de contaminación de forma eficiente.
LLAMADO DE ATENCIÓN. El presidente de la Asociación Colombiana de Ingenieros Químicos también emitió una voz de alerta debido a que entre las recomendaciones de las autoridades se expresa que las especies pueden consumirse debido a que el calor destruye cualquier bacteria que contenga.
“Se olvidan que hay bacterias que son termoestables y pueden soportar hasta temperaturas de 70 grados centígrados. Cuando se destruye una bacteria, quedan los residuos y eso es lo que produce las famosas intoxicaciones. Por eso no es correcto decir que estos peces se puedan consumir”, explicó el ingeniero. También comentó que en el lago de El Cisne se ha dado un crecimiento exponencial de las algas, razón por la cual las aguas toman una coloración verde debido al exceso en los valores de nitrógeno y fósforo.
“Se han venido utilizando algicidas para acabar con las algas y se denota por el color azuloso que a veces tiene el cuerpo de agua. Estos productos son hechos a base de amonio cuaternario o de sulfato de cobre, sustancias altamente tóxicas para los peces”, explicó.
A su turno, Miguel Espinosa Ardila, presidente de la Central Nacional Provivienda en el barrio La Pradera, dijo que vienen estudiando la posibilidad de interponer una queja disciplinaria en contra de las autoridades competentes, debido a “la falta de contundencia en sus declaraciones”.
“La CRA y la Gobernación dan unas explicaciones raras. Ellos dicen que la mortandad se debe al incremento de la temperatura y que, por efecto del oleaje, el sedimento que no se encuentra estabilizado se remueve y se oxida. Por eso, el oxígeno se consume. Cualquiera que escuche eso dice que la mortandad es por causas normales, pero eso es producto de la contaminación del arroyo León”, sostuvo.
PESCADORES ATIENDEN LLAMADO. En días pasados el gobernador Eduardo Verano De la Rosa anunció que la muerte de peces en el lago El Cisne obedece a una sobrepoblación, por lo que el mandatario aseguró que la solución a la problemática “es pescar”.
Ante este anuncio, pescadores de oficio y aficionados han acudido al lugar a sacar los peces. Sin embargo, al llegar al lago la situación es diferente porque como ellos mismos comprobaron, la cantidad de peces que encuentran no es la que dicen las autoridades ambientales del Departamento. Al tirar la atarraya, los pescadores solo sacaban entre dos y tres peces, y no la cantidad que esperaban que salieran.
La especie que logran pescar en mayoría es la mojarra, pero las que sacan los pescadores son pequeñas, miden entre 15 y 18 centímetros.
Para poder reunir una cantidad considerable de peces que puedan consumir, deben realizar la labor de pesca durante 5 o 6 horas.