EL DEBATE
El comandante de la Policía Metropolitana de Barranquilla, general Mariano Botero Coy, expresa que “en la aplicación, la medida fue extrema. Hay que analizarlo, pero pedimos a las personas que, con respecto a los alimentos que consumen en la calle, revisen los estándares de salud antes de comprar”. “Aquí no es cuestión del Código de Policía, sino también de quererse a uno mismo. Jocosamente pasó lo de la empanada, pero el documento está generando que se vuelva a la formalidad y a la seguridad”, agrega. Al preguntársele cuál ha sido la instrucción que entregó a sus hombres, el general Botero asegura que les ha pedido “hacer llamados de atención a los ciudadanos, para involucrarlos en el cuidado de su salud”.
Uno de los agentes de Policía que patrullaba el centro de Barranquilla afirma que “nunca se le ha pasado por la cabeza multar a alguien por comerse una empanada” y niega “haber recibido instrucciones de hacerlo”. “Toda la situación es un malentendido, hasta yo voy a los puestos callejeros a comprar comida. Eso hace parte del día a día”, manifiesta. Otro de los uniformados que patrullaba la carrera 52 se mostró en desacuerdo con lo que dice el Código, pero aclaró que “la ciudadanía no se puede apropiar del espacio público para montar puestos comerciales”. “En sí, no está mal que la gente se coma una empanada en la calle, pero están apoyando la ilegalidad que marca el documento. Es como si compraran un celular robado”, explica.