Pareja capturada por asesinato de electricista en Montes no aceptó cargos
El hombre y la mujer fueron detenidos minutos después del hecho. Al parecer, una vieja rencilla con un hijo de la víctima derivó el ataque por la espalda.
La Policía Metropolitana de Barranquilla presentó ayer ante los medios a Steven Ricardo Núñez Escolar, alias Cabezón, y a Brenda Patricia Torres Rodríguez, alias la Cachaca, presuntos homicidas del electricista Carlos Angarita Gutiérrez, de 64 años, ultimado a las 5 de la mañana del domingo pa- sado en el barrio Montes.
‘Cabezón’ y ‘la Cachaca’, de 30 y 27 años respectivamente, departían en un lugar cercano a la vivienda de Carlos Angarita, calle 34 No. 29-06, a donde llegaron bajo los efectos del alcohol “en busca de problemas”, según testigos.
“Las primeras hipótesis apuntan a que el agresor, ‘Cabezón’, había tenido algún tipo de problema con uno de los hijos de Angarita, y en retaliación agredió a este”, citó una fuente judicial.
Angarita comenzó a consumir licor desde el sábado y en la misma tónica se mantuvo a la madrugada siguiente. De repente, por la espalda, recibió una puñalada que le atravesó el pulmón derecho: murió en el sitio del ataque.
Michael Angarita, hijo de la víctima, explicó que hace meses un hermano tuvo problemas con Stiven porque el delincuente lo atracó y le causó lesiones en un ojo.
Desde entonces el bandido se había ido para Bogotá, pero regresó hace un par de días para disfrutar el Carnaval.
“Seguramente vino buscando a mi hermano y como no lo encontró se desquitó con mi papá que estaba desprevenido, esperando que mi hermano llegara con la botella para seguir tomando”, se lamentó Michael.
Ambos capturados fueron presentados ayer a audiencias de legalización de captura e imputación de cargos, los cuales no aceptaron, en el Cen- tro de Servicios Judiciales de Barranquilla. Hoy continúa la diligencia con la medida.
MáS SOBRE ANGARITA. Carlos Angarita se ganaba la vida como electricista.
En los últimos años obtenía su sustento del arriendo de unas propiedades. “No tenía preocupaciones. Ronero sí era, pero no se metía con nadie. La gente lo recordará por lo alegre, solidario, más nada”, explicó Kevin Angarita, uno de sus seis hijos.