La ‘vaca’ de Carrasquilla
El ministro de Hacienda ha planteado una colecta nacional para la “sobrevivencia” de Electricaribe. Más allá de su tono condescendiente, lo importante es que el Estado parece entender que también tiene responsabilidad.
El ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla, hizo anteayer unas afirmaciones sobre Electricaribe que podríamos calificar, cuanto menos, de llamativas. Planteó el funcionario realizar una “vaca” a nivel nacional para garantizar la “sobrevivencia” de la compañía eléctrica de la Costa, cuya situación describió como “extremadamente grave”. “¿Quién va a pagar el tener los bombillos prendidos en la Costa Atlántica? La respuesta es, en esencia: todo el país”, dijo en entrevista. Horas después, ya de noche, en vísperas del comienzo del debate parlamentario del Plan Nacional de Desarrollo, el presidente Duque difundió en un trino que había dado la orden a su equipo económico de no tocar los subsidios de energía para los sectores “más vulnerables” y exigir a otros sectores, que no identificó, que hagan un “mínimo aporte solidario”, sobre el que tampoco ofreció detalles.
Dado que la Región Caribe es hoy la mayor receptora de subsidios a la energía, cabe inferir que el “aporte solidario” que propone Duque guarda alguna relación con la ‘vaca’ por Electricaribe de la que había hablado previamente el ministro Carrasquilla. Quizá lo más llamativo de estas manifestaciones es que el Gobierno parece haber entendido –o al menos eso imaginamos– que el problema de Electricaribe no es solo de los costeños, sino de todo el país. Entre otras cosas porque fue el Estado el que desmembró en su día el sistema integral del servicio eléctrico que existía en nuestra región. Y el que, en noviembre de 2016, tomó la decisión de intervenir Electricaribe.
Alguna responsabilidad, pues, tiene el Estado con la situación de la electricidad en la Costa. Y aunque las palabras del ministro Carrasquilla destilan cierta actitud condescendiente hacia nuestra región, a la que habría que socorrer con colectas casi que piadosas, nos parece un paso importante que, como ya señalamos, el problema de Electricaribe se empiece a asumir como un asunto de calado nacional. El problema es qué va a ocurrir ahora. El panorama no se presenta nada claro. El plan del Gobierno central de segmentar el mercado eléctrico costeño, para que resulte más atractivo a posibles operadores, está encontrando creciente resistencia entre los líderes costeños, para quienes Electricaribe es un importante elemento de cohesión regional. En el Congreso, un número significativo de parlamentarios, sobre todo del Caribe, han planteado retirar del Plan de Desarrollo el artículo que elimina los subsidios al estrato 3 y rebaja los de los estratos 2 y 1. De prosperar esta iniciativa, habría que ver cómo se concilia esto con la “vaca” que propone Carrasquilla para Electricaribe. Hay, sin duda, mucha confusión, pero la buena noticia en medio del embrollo es que en Bogotá ya han empezado a asumir el lío de la compañía costeña. O eso parece.
El Estado desmembró en su día el sistema eléctrico de la Costa y, en noviembre de 2016, tomó la decisión de intervenir Electricaribe. Alguna responsabilidad, pues, tiene en todo este lío.