FALLECIÓ
El exlanzador Don Newcombe, uno de los mejores pitchers de la historia de los Dodgers y uno de los vínculos finales de la franquicia con Brooklyn en los días de Jackie Robinson y Roy Campanella, falleció ayer después de una larga enfermedad a los 92 años. se unió en julio después de un traspaso que incluyó a cinco jugadores.
Los californianos cayeron en la Serie Mundial contra los Medias Rojas de Boston. Machado vivió en 2018 la mejor campaña de su carrera, bateando para .297 de promedio con 37 jonrones, 107 empujadas y 14 bases robadas. Los Padres, por su parte, necesitarán toda la ayuda posible luego de un desastroso 2018.
¿Dígame usted, señor, quién ha sido para usted el más grande campeón mundial de peso completo que ha habido en el boxeo? Era una pregunta que se le hacía a Grantland Rice, considerado el hombre con más autoridad, pues había visto boxeo desde los tiempos de James Corbett hasta Muhammad Ali.
él era de la opinión que el mejor peso completo de todos los tiempos era Jack Johnson, quien tuvo que perseguir por barcos y continentes a Tommy Burns para que le diera la oportunidad de disputar su título, porque en aquellos lejanos tiempos no había un organismo encargado de regular el procedimiento para organizar los combates importantes.
Johnson, personalmente, era el encargado de perseguir a Tommy Burns por donde estuviera para obligarlo a firmar un combate contra él por el título mundial. Burns era pequeño de estatura para
peso completo, y además de poco peso corporal, y de sobra puede decirse que le tenía terror a Johnson.
Al fin lo localizó en Australia y allá en colaboración con las autoridades australianas tuvo que firmar el combate. Aquello no fue pelea, Johnson dominaba de tal manera las acciones que quiso castigar a Burns. Cuando lo veía próximo al nocaut, aguantaba las manos.
Johnson lo tumbaba y dejaba que Burns se recuperará un poco para castigarlo metódicamente, y así lo llevaba a través de los asaltos, cobrándole en venganza el largo tiempo en el que Burns manejaba su pobre defensa, hasta cuando la policía australiana subió al ring y suspendió la pelea, quitándole a Johnson un seguro nocaut.
Johnson hizo varias defensas de su título y por último acepto exponerlo ante uno de los más altos boxeadores de aquel tiempo: Jess Willard, 2 metros
2 centímetros, y alrededor de 250 libras de peso... ¿Escenario? La Habana, el Waterloo, pues Willard lo supo dominar en el round.
Jack Johnson salió inventando una historieta sobre la pelea y su resultado. Dijo que se había “tirado”, como condición que le impusieron las autoridades de EEUU para permitirle que volviera a su país.
Esta carambola de mentiras tenía dividida a la afición estadounidense, hasta cuando un aficionado americano que pagó su entrada en La Habana y filmó la pelea, descubrió la verdad: en el asalto 21 Johnson recibió un recto de derecha a la mandíbula; en la filmación se ve a Johnson cuando se desploma como un leño y recibe toda la cuenta, perdiendo por nocaut. En la película se ve a Johnson cuando cae totalmente noqueado. En Estados Unidos se decía que Johnson había quedado sin un aficionado que le creyera su cuento.