Papa pide “acción” contra la pederastia
Francisco se reunió ayer con 200 líderes religiosos en el Vaticano para tratar el tema de la pederastia Cinco víctimas narraron ante los religiosos el horror del abuso vivido.
Una histórica cumbre contra los abusos a menores instaló ayer el Pontífice, quien pidió “medidas concretas y eficaces” contra ese flagelo, las cuales resumió en un documento de 21 puntos.
“La comunidad debe saber que lo estamos haciendo seriamente”.
PAPA FRANCISCO Sumo pontífice
CIUDAD DEL VATICANO. El papa Francisco pidió ayer a los líderes de la Iglesia de todo el mundo que tomen “medidas concretas” contra la pederastia al abrir en el Vaticano una cumbre histórica sobre el fenómeno que sacude a la institución.
“El pueblo de Dios nos mira y se espera no obvias y simples condenas sino establecer medidas concretas y eficaces”, instó el pontífice al hablar ante unos 200 líderes religiosos.
“Escuchemos el grito de los niños que piden justicia”, clamó el papa al invitar a patriarcas, cardenales, arzobispos, obispos y superiores religiosos a encarar la “plaga de los abusos sexuales” cometidos por miembros de la Iglesia.
Se trata de la primera vez en la historia que los líderes de la Iglesia católica se reúnen a pedido del papa para hablar de un crimen odioso, que ha minado la credibilidad de la institución en todos los continentes y que ha sido encubierto y negado durante décadas.
“Pido al Espíritu Santo que nos ayude en estos días a transformar ese mal en una oportunidad para tomar consciencia y como purificación”, dijo.
La jornada se inició con un momento de oración seguido de un desgarrador audio, y no de un video como anunciado, con los relatos de 5 víctimas de los 5 continentes que descri- bieron el horror y las humillaciones padecidas.
El pontífice latinoamericano desea cambiar la mentalidad de los obispos con un método muy jesuita, a través de tres días de debates, discursos, reuniones intercaladas con oraciones, pero sobre todo escuchando los conmovedores testimonios de víctimas de abusos sexuales.
“Nuestra comunidad debe saber que lo estamos haciendo seriamente. Vamos a ser los paladinos de su seguridad, la de sus hijos y sus jóvenes. Vamos a dar hasta la vida por el rebaño que nos han confiado”, instó a los asistentes el arzobispo maltés Charles Scicluna, entre los mayores expertos sobre el tema y uno de los organizadores de la cumbre.
Desde que estallaron los primeros escándalos hace unos 35 años, la jerarquía de la Iglesia católica ha tomado una serie de medidas preventivas, adoptado leyes, pedido perdón y lanzado condenas, pero sin lograr que desaparezca la llamada “cultura del encubrimiento”, es decir del silencio.