LA HOJA DE RUTA DEL CARIBE
De los mandatarios que sean elegidos en octubre dependerá la suerte de la Costa.
El Compromiso Casa Grande Caribe debería ser de obligatorio cumplimiento en la región. Ahí están los problemas, pero también las soluciones para superar la crisis social que padecemos.
Para lograr que esta iniciativa se materialice solo se necesita la voluntad colectiva, pero ello solo será posible si elegimos gobernantes probos que inviertan con transparencia y eficiencia en las prioridades de la gente y en este Compromiso Casa Grande Caribe. Por eso, invitamos a todos los ciudadanos del Caribe a votar a conciencia, a nunca vender su voto, a participar en el proceso electoral de manera responsable y a condenar la corrupción. Además, los invitamos para que apoyen a los gobernantes y candidatos que acojan de manera real y verificable este Compromiso Casa Grande Caribe por la inclusión y la transformación social”.
Este es el párrafo final del Compromiso Casa Grande Caribe que firmamos quienes asistimos el 30 de noviembre de 2017 a la creación de este proyecto en el Centro de Convenciones Pozos Colorados de Santa Marta. No se trata, pues, de simple letra muerta sino de la más grande apuesta de la Región Caribe por superar -ojalá para siemprelas actuales condiciones de atraso y de rezago social y económico que presenta, si las comparamos con el resto del país.
Casa Grande Caribe se constituyó desde entonces en la empresa más ambiciosa que podría permitir que el Caribe colombiano deje atrás tanta pobreza y tanta miseria. Nuestra Región no puede estar condenada por siempre y para siempre al atraso y al olvido. Ese no puede ser nuestro destino. Si de verdad pensamos en nuestro presente y en las futuras generaciones debemos poner en marcha cuanto antes todas y cada una de las recomendaciones contenidas en este Compromiso.
Las propuestas y conclusiones de ese primer encuentro de Casa Grande Caribe acaban de ser publicadas por el Banco de la República, como parte de la Colección de Economía Regional -editadas por Jaime Bonet Morón y Diana Ricciulli Marín- como constancia histórica de cuál debe ser nuestro compromiso para que se cumplan las metas ahí establecidas, que aunque ambiciosas no dejan de ser realistas y viables. El proyecto inicial fue liderado por el excodirector del Banco
de la República y actual rector de la Universidad del Norte, Adolfo Meisel Roca.
Lograr que la Región Caribe supere -¡por fin!- los paupérrimos indicadores que presenta en Educación, Nutrición, Salud y Acueducto y Alcantarillado, que son los frentes críticos, costaría cerca de 16.000 millones de dólares, que se invertirían en un período de 12 años (2019-2030). No se trata de una cifra estrambótica ni mucho menos inalcanzable.
Las conclusiones del estudio muestran que existen las fuentes de financiamiento y que la Región contaría con fondos suficientes para cumplir las metas planteadas. Hay que hacer -eso si- grandes esfuerzos en mejorar la calidad del gasto social, que se traduciría en mejores gestiones por parte de los gobernantes. Pero también se requiere de ciudadanos más comprometidos con la suerte de la Región y muchos más activos en la lucha contra la corrupción y el seguimiento a las inversiones. Es decir, ciudadanos que vigilen hasta el último peso que se invierta en la Región.
El Compromiso Casa Grande Caribe debe constituirse en la Hoja de Ruta de todos los alcaldes, gobernadores, concejales y diputados que sean elegidos el próximo 27 de octubre en la Región Caribe. Ahí están todos los problemas, pero también las soluciones y la mejor manera de encarar la crisis social que padecemos. Ahí están todas nuestras debilidades como Región, pero también nuestras fortalezas. Ahí están en toda su crudeza todas nuestras miserias, pero también nuestras riquezas.
¿Qué debemos hacer para que la Región Caribe supere el rezago actual que presenta en Educación, Nutrición, Salud y Acueducto y Alcantarillado?