‘Don Corrupto’, el profesor que predica ética
El catedrático de artes plásticas Ciro Iriarte Coley creó un personaje singular con el que busca generar conciencia entre sus alumnos contra la corrupción. “Las cosas se pueden enderezar”, les dice.
Lo que más le gusta a Ciro Iriarte Coley es impartir educación a través del ingenio costeño. Por eso la naturalidad parece fluirle por la sangre cuando encarna a un personaje singular que va de casa en casa ofreciendo dinero a cambio de votos.
Se trata de ‘Don Corrupto’, el hombre que creó a partir de las situaciones que a diario observa en la región y hasta en el propio pueblo donde nació: Galeras.
Un sombrero señorial, una nariz protuberante y un abdomen sobresaliente hacen de ‘Don Corrupto’ un personaje “abominable” que a simple vista inspira desconfianza. Se las tira de bonachón, pero cuando habla deja salir toda la mala vibra que lo acompaña. En su parodia, la frase que más repite es dinero, el mismo que cuenta y cuenta sin parar.
No en vano este catedrático barranquillero de 59 años se inventó ese personaje que pretende convencer a la gente para que acepte la plata a cambio de que vote por él. No promete tanto, solo se dedica a que los más incautos caigan en sus redes para llegar al poder.
EL PERSONAJE. La mañana del viernes encontramos a Ciro Iriarte en un pequeño receso de sus labores académicas en la Institución Educativa Galeras. Y apenas terminó la entrevista, sacó de un maletín la utilería necesaria para demostrar que Don Corrupto lo acompaña a donde quiera que vaya, a la par de su profesión de educador.
Afirma que lo suyo nace como una iniciativa de un momento social y por eso en las situaciones generadas en cada video y presentación no tienen uno mucho que rebuscar porque es un libreto que está escrito porque se da en la región Caribe y el resto del país.
“Me preocupa personalmente la idea que va corriendo por las calles que se convierte en excusas para naturalizar asuntos como la compra y venta de votos. Hay una práctica generalizada, eso es un hecho, hay una corrupción”, explicó
Su profesión de artista plástico y escénico le da bases para trabajar como gestor cultural y profesor. Su labor la ha llevado a los cuadros vivos tradicionales de la tierra colorá, como llaman a Galeras, porque 24 años trabajando en teatro con adolescentes no han pasado en vano, como lo afirma orgulloso.
Iriarte ha ganado reconocimientos en festivales de teatro de Bogotá, Barranquilla y en Sincelejo.
Así las cosas ha formado a unos 600 jóvenes en teatro, beneficiando también su desarrollo social. Desde
1.991 vive en Sucre y dos años después comenzó a dictar clases en la Institución Educativa Galeras.
Con toda esa trayectoria, a su edad se mete en el papel del viejo corrupto para hacer pedagogía sobre una práctica que está arraigada a la cultura: la corrupción.
Para lograr lo que hace, hace cuatro meses formó una cofradía ambulante con la ayuda de actores naturales con los que le da fuerza a la interpretación de su personaje.
“El 95% del pueblo siente afecto por la propuesta, no digamos que por el personaje, sino por lo que estoy haciendo. Hay algunas otras que se han sentido tocadas y afectadas por lo que digo, pero yo no he nombrado a nadie en específico. Simplemente lo que estoy haciendo es una pedagogía generalizada.
Iriarte explica que “En educación hablamos de construcción de ciudadanía y eso es transversal a todas las materias. Yo me le mido a eso”, dijo el profe Ciro, como lo llaman sus estudiantes.
AMENAZAS. Iriarte es consciente de que algunas personas se puedan sentir molestas por lo que representa Don Corrupto. Aunque sabe que es un riesgo, continúa con la propuesta pedagógica y a veces gasta más tiempo explicando eso, que se trata de una alternativa educativa con la que quiere hacer una campaña formativa en pro del pueblo y de la gente.
“Me llegan mensajes a través de terceros diciendo que me cuide porque me van a empapelar. Eso es como lo más directo porque me amenazan con que yo pierda el puesto en educación, pero no estoy haciendo nada que infrinja la ley”.
El profe Ciro añade que hay otras intimidaciones que son más “abiertas”, como asegura. “Me dicen que me cuide y eso sí lo tomo muy en serio. Pero he publicado por las redes que he vivido la vida como si fueran 600 años y lo que más me incomoda, me deprime y es por lo que no encuentro sentido, es tener que quedarme callado, hacerme el de la vista gorda ante las cosas que suceden a mi alrededor. Me sería muy doloroso que algún coterráneo se vaya preso por algo ilícito, pero mi mensaje es que ya está bueno porque las cosas se pueden enderezar”, aseguró.
“MAQUINARIA MACABRA”. A razón de eso cada video que sube a las redes sociales es como un capítulo con un guión que no requiere de tanto esfuerzo porque es lo que se está viviendo, sin texto, con improvisación, explica.
“Hay que seguir escudriñando cómo es esa maquinaria macabra de la corrupción, de la compra y venta de votos, de esa práctica nefasta para desentrañar eso y que la gente vea cómo debe hacer las cosas para mejorar”, indicó.
El autor del personaje asegura que en el mundo actual, donde de cada 100 personas 99 van a recomendar que robe porque no será el primero o el último, él lleva la bandera de la transparencia haciéndole alegoría a la política “sana”.
Mi motivo -prosigue- es pedagógico netamente porque yo soy educador de tiempo completo. He entendido que realmente el camino es la educación, que hay que invertir en ella y cambiar la conciencia de la gente.
Para Iriarte, es necesario acabar con esa idea de que las cosas son “normales” porque “la práctica generalizada es que todo el mundo lo hace y entonces hay que hacerlo. Y alguien tiene que dejar de hacerlo”.
“No le encuentro sentido a quedarme callado y hacerme el de la vista gorda ante las cosas que suceden a mi alrededor”.
“Hay personas que se han sentido tocadas, afectadas por lo que digo, pero yo no he nombrado a nadie, hago pedagogía”.