Estas son las víctimas de los homicidas que no pagaron pena
EL HERALDO tuvo acceso a la lista de 136 casos de homicidio bajo la Ley 600 que prescribieron por estar engavetados por un despacho a pesar de tener condenados.
Publicamos los nombres de las víctimas identificadas de homicidios cuyos autores no pagaron la condena, porque no se remitieron los expedientes a los juzgados de ejecución de penas En más de mil procesos por distintos delitos nunca se hizo justicia.
EL HERALDO tuvo acceso en exclusiva a 136 casos de homicidio culposo, agravado, preterintencional agravado, en persona protegida, y en concurso con otros delitos que hacen parte de más de 1.000 procesos de ley encontrados en 2017 por la juez María Patricia Jácome en el despacho que hoy se conoce como Juzgado Segundo Penal del Circuito y que nunca fueron trasladados a juzgados de ejecución de penas para el cumplimiento de las condenas.
De acuerdo con la investigación que adelanta un fiscal de la Unidad de Delitos contra la Administración Pública de Barranquilla, los casos con resolución de condena prescribieron debido a que fueron ‘enterrados’ en cajas por exfuncionarios de este despacho.
De los 1.282 procesos que culminaron en condenas, 181 de estos casos son homicidios. EL HERALDO tuvo acceso a un documento que relaciona 136 crímenes prescritos que culminaron en condenas. Los victimarios, que en su momento fueron capturados, no cumplirán ni un día de cárcel por estos hechos.
Sobre los crímenes, esta casa editorial reconstruye dos casos documentados en textos periodísticos de la época.
TRIPLE HOMICIDIO EN LA CHINITA. Corría el primero de agosto del año 2.003, David Enrique Mendoza Anaya, de 19 años, y Silvio César Rodríguez Herazo, de 17, fueron asesinados al parecer dentro de un presunto plan de limpieza social que antisociales llevaban a cabo en el barrio La Chinita.
De acuerdo con la nota periodística, dos sicarios llegaron en una moto has- ta donde se encontraban Mendoza Anaya y Herazo en una esquina poco iluminada y les dispararon en múltiples oportunidades.
Durante el ataque sicarial, Alvaro Rodríguez Espejo, vendedor de lapiceros, es- cuchó las detonaciones. El hombre en vez de buscar un sitio donde esconderse, se llenó de curiosidad y decidió caminar hacia el lugar, con tan poca suerte que en su camino se tropieza con los asesinos.
Estos decidieron disparar al hombre al parecer por te- mor a ser identificados.
ASESINATO EN PARROQUIA. A las 9:00 de la mañana del 24 de enero de 1.999 una vecina de la parroquia Santa Bernardita del barrio Ciudad Jardín encontró muerta a Olga Nieto Santiago, de 70 años, con signos de violencia.
El registro periodístico del hecho señala que las autoridades creyeron que este crimen se trató de un hurto.
El hermano de la víctima, el sacerdote Hermes Nie- to, declaró que no entendía porque los asaltantes no solo tomaron los objetos de valor y dejaron vivir a su hermana, “que se hubiesen llevado todo, pero no a mi hermana que por su edad no podía hacerle daño a nadie”, dijo el sacerdote.
Los nombres de las víctimas se publican a fin de que sus familiares puedan verificar el estado de su caso ante el Consejo Superior de la Judicatura.