“Es la economía, estúpido”
Durante mucho tiempo la seguridad, por lógicas y obvias razones se convirtió en la principal preocupación de todos los colombianos. No importa si estábamos en la ciudad o en el campo, la percepción siempre nos llevaba a exigirle al estado acciones concretas en contra de la
para así sentirnos tranquilos. Según la encuesta de Invamer Gallup de hace dos semanas esto cambió, la seguridad pasó a un segundo plano y el mayor problema ahora, según los encuestados, es el desempleo, cambiando el imaginario colectivo de manera positiva.
El empleo y en general el trabajo son la mayor fuente de dignidad y orgullo de cualquier ciudadano. Levantarse todos los días, sentirse útil y productivo para lo sociedad y nuestras familias es la sensación más placentera que existe. Es en este sentido que aplaudo el cambio en la percepción, porque ahora habrá que exigirle al Estado acciones concretas y mensajes claros que nos lleven a mejorar la economía, que nos permitan a todos conseguir oportunidades para salir adelante, o como dice alguien a quien conozco: “Tener platica en el bolsillo para poder enfrentarse a la vida”.
El sector privado es el encargado de generar el empleo, pero es responsabilidad del Estado promover las condiciones adecuadas de confianza y eficiencia para que la inversión llegue, el progreso se dé y el empleo se genere. Es más fácil decirlo que hacerlo, porque este ejercicio requiere de decisiones fuertes, definir prioridades y enfocarse donde se puede tener una ventaja competitiva porque los recursos son limitados. Requiere de líderes arriesgados que entiendan que no se tiene certeza sobre el futuro y que hay que tomar decisiones con información restringida de unos mercados globalizados que se mueven a velocidades nunca antes vistas, generando incertidumbre.
Independientemente de toda esta complejidad, es un deber moral gobernar y liderar escuchando a la gente. Este tipo de encuestas llaman a la reflexión y a preparase, ya que el empleo y el trabajo se convierten en los principales retos para los gobernantes del presente y del futuro. Es por esto que apoyar y trabajar de la mano con el sector privado para generar empleo es un imperativo que requiere coordinación y mucho liderazgo para logar modificar las realidades actuales.
Esta situación me hace recordar una de las frases más recordadas en la contienda política estadounidense, cuando Bill Clinton en su campaña de 1992, acuñó la frase “Es la economía, estúpido”, y derrotó al que parecía imbatible por el fin de la guerra fría y la guerra del Golfo Pérsico, el republicano George Bush (padre). Este es el nuevo escenario político de Colombia, el empleo, y los políticos deben asumirlo con responsabilidad y mucha decisión, porque sin la guía y el apoyo del público, desde lo macro a nivel nacional y la micro a nivel local será imposible establecer una estrategia que sea exitosa en un mercado globalizado y competido.