CAOS DE TRÁFICO ALREDEDOR DE CENTROS COMERCIALES
Expertos lo atribuyen a taxis no afiliados y falta de cultura ciudadana.
Residir cerca de un centro comercial o pasar por el sitio de manera especial, en horas pico y los fines de semana se ha convertido en un “dolor de cabeza” para muchos ciudadanos que tienen que soportar la congestión vehicular.
Si bien la situación no ocurre todos los días, como lo señala el secretario de Tránsito y Seguridad Vial del Distrito, Fernando Isaza, si se agudiza los fines de semana, especialmente cuando se abre algún centro comercial nuevo, y que en algunos puntos aunque se producen algunas congestiones, no es un tema que afecte totalmente la movilidad de Barranquilla.
Pero, ¿sobre quién recae la responsabilidad? ¿Qué estrategias se deben implementar? En opinión de Isidro Ruiz, experto en seguridad vial, el crecimiento económico y comercial de la ciudad debe ir de la mano de la planeación de las actividades de soporte. “La movilidad es una de estas actividades. Este crecimiento no debe dañar los indicadores de movilidad”. Por eso, asegura el experto se hacen necesarias exigencias desde la concepción del proyecto, de tal manera, que antes de construirse se exija a promotores las medidas de mitigación ante el posible deterioro de la movilidad del sector.
Según Ruiz, Barranquilla adolece de reglamentación exigente para nuevos desarrollos urbanos como: centros comerciales, clínicas, edificios o cualquier centro atractor de viajes. “Es imperativo que se sujeten las licencias de construcción a un estudio técnico de movilidad, donde el constructor o promotor demuestre que su proyecto no deteriorará sustancialmente los niveles de servicio del sistema vial. Esta exigencia se traduce en vías de servicio, zonas de estacionamiento, bahías, zonas peatonales, entre otras”.
VEHÍCULOS ESTACIONADOS. Jorge Bolaño Ariza, abogado y experto en temas de Tránsito y Transporte, asegura que la congestión que se presenta en las afueras de los centros comerciales obedece, por lo general, a vehículos estacionados en la parte exterior, los cuales generalmente son de transporte público individual tipo taxi.
Explica que la ley obliga a los centros comerciales a implementar un “plan estratégico de seguridad vial”, el cual incluye, como lo dice el término, un sistema de movilidad o estrategia que permita la normal y efectiva circulación de vehículos al ingreso y salida del establecimiento. Con el fin de evitar el represamiento de vehículos en el sector aledaño.
El experto dice que este plan estratégico incluye alianzas o convenios con una empresa de transporte o con un grupo determinado de taxis para que presten sus servicios y puedan tener acceso a atender la oferta al interior del centro comercial, lo que contribuirá a mejorar la movilidad.
Bolaño argumenta que en esta situación hay un factor de cultura ciudadana, de personas que en vez de usar los taxis del centro comercial se van a la calle porque consideran que es más rápido salir y conseguir el vehículo en la parte exterior. “El problema está fundamentalmente en los taxis, que no pertenecen al centro comercial”.
Desde su punto de vista, la autoridad de Tránsito tiene responsabilidad por qué sobre la vía pública solamente tiene competencia el organismo de tránsito, quien debe ejercer unas actividades proactivas o coercitivas.
Proactivas a través de un guía de movilidad que esté señalizando continuamente la movilidad para evitar que los vehículos se estacionen en esa parte, instalar una cámara que persuada a los vehículos a no estacionarse en ese sector y coercitivas mediante operativos de policía de tránsito con una grúa que comience a inmovilizar los vehículos que se estacionan en la parte exterior de los centros comerciales.
Víctor Cantillo, experto en movilidad asegura que hay varias cosas importantes que considerar, por una parte es necesario que los centros comerciales evalúen con claridad la condición de sus accesos y decidan mecanismos para hacer más eficiente el ingreso y las salidas.
“Probablemente en algunos casos la solución parta primero por modificar las entradas y las salidas o incluso incrementar el número de accesos, lo cual por supuesto implica unas ciertas inversiones.
Otro problema tiene que ver con los controles, pues en algunos casos todavía se realiza un control manual de las entradas y salidas de los parqueaderos de los centros comerciales, aunque reconoce que eso ha ido cambiando, pues los centros comerciales ya tienen sistemas electrónicos, pero también tienen una longitud de almacenamiento muy pequeña, es decir, entre el puesto de control y la calle, la distancia es muy corta, de tal manera, que la acumulación de vehículos en la cola provoca bloqueos en la vía.
Cantillo dice que hay que exigirles a los centros comerciales que contraten con expertos la dotación de los accesos y hagan propuestas para mejorar la operación.
Otro de los temas preocupantes son los taxis. Explica que muchas veces los taxis en las proximidades de los centros comerciales, forman colas en los accesos, bloqueando las vías y en estas vías hay una responsabilidad por parte de la secretaría de tránsito y seguridad vial que tiene que proveer mayores controles.
“Se requiere un agente de tránsito dada que la responsabilidad también es compartida con el sector comercial. Es lógico que en este caso, los administradores de los centros comerciales coordinen con las autoridades que apoyen económicamente para que se disponga de mayores controles, no solamente puede ser a través de agentes de tránsito que realicen el control en estas zonas, sino también que se utilice la tecnología como cámaras, prevalecen el estacionamiento en zonas donde debería estar prohibido y que también está ocasionando problemas”.
Para Cantillo, en síntesis es una responsabilidad compartida por los administradores de los centros comerciales y también por la autoridad y que tienen que trabajar mancomunadamente para resolver estos problemas que afectan a todos. “Afectan a los ciudadanos que circulan por allí y a los usuarios de los centros comerciales, sobretodo en las horas pico el tema se torna particularmente crítico los días sábados y domingos en horas de la tarde, en quincena sobretodo”.
ZONAS RESIDENCIALES. Si el entorno del centro comercial es de alta densidad poblacional, residencial, el problema se torna todavía más crítico. Entonces hay que hacer unos estudios de movilidad. Siempre que se va a otorgar una licencia de construcción se debe hacer un estudio de movilidad, pero, ¿qué pasa? la ciudad es dinámica y va cambiando.
El experto dice que es necesario que periódicamente se exija a los centros comerciales que realicen un análisis de las condiciones de movilidad y provean las opciones para el mejoramiento, por ejemplo en la intersección de la carrera 41 con calle 74. Dice que allí se requiere un semáforo, porque esa intersección “es caótica”.
Además, señala que este tipo de casos ocurren en todo el país y hay casos emblemáticos, por ejemplo el de un centro comercial en Bogotá que generaba un caos sobre la autopista norte. “Una de las exigencias fue que tenían que construir un puente para los accesos y el centro comercial lo hizo”.
Por último compara a grandes mall norteamericanos que se construyen fuera de la ciudad, en zonas más bien despobladas, mientras que en el país se ha optado por zonas altamente densas, pobladas y por supuesto que interactúan con los flujos normales de la ciudad, haciendo más grave el problema.