Lo que va del ‘cosplay’, al disfraz para el Halloween
Seguidores de la tendencia de personificar a dibujos animados japoneses (anime) hablan de las diferencias que hay entre un disfraz y sus fantásticas creaciones.
En los últimos años algunos barranquilleros se han visto influenciados por algunas tendencias orientales. Entre ellas un especial fanatismo por personajes del anime, un arte vinculado a las historietas japonesas y el uso de disfraces. A esta comunidad de personas se les conoce como ‘otakus’.
El cosplay es una de las actividades con más auge en Barranquilla por parte de esta colectividad. Se trata de personificar y vestirse con todos los componentes de un ser de las historietas conocidas como manga, o el anime que son los dibujos animados de Japón, esta es una buena alternativa para este Halloween.
El término cosplay es un anglicismo que se desglosa de las palabras en inglés costume, que quiere decir disfraz, y play, que en este contexto se traduce como juego.
En las calles algunos confunden los disfraces con estas “creaciones”, pero los cosplayers, que son quienes portan atuendos, reiteran que se trata de dos conceptos diferentes.
Marco Buitrago lleva más de 10 años dedicado a esta actividad y explica que los cosplayers se dedican a personificar a estos seres ficticios para eventos o convenciones dedicadas específicamente a estas temáticas.
¿DISFRAZ?. Buitrago aclara que “no se trata solo de disfrazarse” y aunque no demerita a quienes lo hacen, porque “se están divirtiendo”, afirma que el cosplay va más allá de eso.
Este cosmaker (persona que elabora cosplay) indica que hay quienes pueden tardar hasta dos meses elaborando la indumentaria de un personaje, por lo que algunos no ven con buenos ojos que les digan “que están disfrazados”.
Todo es cuestión de perspectivas, Marco confiesa que no todos se molestan porque les digan “que lindo disfraz”, pero si sienten que se desconoce un poco el trabajo que está detrás de elaborar un cosplay.
ESPACIOS. En Barranquilla cada vez se abren más los escenarios para la práctica de esta actividad, por ejemplo convenciones como Microhiro o Hirocon les dan a los fanáticos de estas costumbres orientales la oportunidad, de por lo menos una dos veces al año, interpretar a sus personajes favoritos.
Buitrago ha sorprendido en varias oportunidades con sus interpretaciones, y sus armaduras han estado presentes también en convenciones como SOFA en Bogotá y Comic Con en Medellín. Aunque este cosmaker no se cierra solo a temáticas de este concepto, ya que en otras ocasiones ha portado atavíos de otro tipo de seres ficticios.
Para Buitrago, los vestuarios que evocan a la serie Los Caballeros del Zodiaco no pasan de moda ya que tomaron un fuerte impulso cuando en la plataforma de streaming Netflix se anunció una nueva adaptación de dicha producción.
NUEVA GENERACIÓN. Vanessa Espinoza, de 22 años, afirma que hace parte de la nueva generación de cosplayers en la ciudad. Admite que quienes empezaron esta práctica en la ciudad superan los 30 años, pero que ahora hay un grupo de jóvenes que quieren seguir la misma senda y dejar en alto el nombre de Barranquilla en el tema de elaboraciones de atuendos.
Vanessa estudió Diseño Industrial en la Universidad del Norte y pone sus conocimientos al servicio del cosmaker, técnica que viene perfeccionando con estudios de Elaboración de Tocados y Disfraces de Carnaval en la Escuela Distrital de Arte (EDA).
La cosplayer reconoce que antes solía disfrazarse solo para las épocas de Carnaval y Halloween, pero con la apertura de nuevos espacios en la ciudad decidió personificar seres fantásticos con más frecuencia, al punto de llegar a competir con otros fanáticos, ganarse un concurso local y ser invitada a un nacional.
Los cosmaker coinciden en que gracias a los eventos que se realizan en la ciudad son más las personas que se cautivan y optan por dedicarse al “juego de disfraces”.