Recuerdos de París

En las estaciones del Metro, hay avisos sobre una exposición de Marilyn Monroe , un homenaje a

Maurice Ravel y una obra de teatro de Shakespeare, luego está el barrio Jessieu, camino norte sur por la orilla del rio Sena, se encuentran cercanas tres placitas, en las que parejas mayores de edad y jóvenes bailan jazz y rock, en otra merengue y salsa, y en la otra tango, al tiempo se deslizan barcazas cargadas de alegres turistas, tomando fotografías, el momento es emocionante, mágico.

Sigue el camino sembrado de esculturas, una de ellas es un cuerpo dividido en dos partes horizontales, estando el de las piernas por encima de la otro, es el poeta Rimbaud, a continuación el viaducto Austerlitz, por donde un vehículo deja la estela de una canción, La Bohemia, cantada por Charles Aznavour, fallecido horas antes, esto es París con sus luces y fuentes de agua.

Una calle tiene el nombre Emilie Bastard, con una placa que dice, “Emile Bastard Decapite par les Nazis 28 agosto 1941”, la atraviesa por un lado la avenida Henri Barbusse, por el otro, Emile Zola, dos célebres escritores, por doquier toda clase de espectáculos públicos, esta ciudad es toda historia, del mejor arte y alta cultura, propia para un joven esteta rico, deseoso de llevar siempre una vida encantada, lejos de la otra, pesada y brutal.

Emiro Guerrero Jegr24@hotmail.com