Los reubicados de La Loma no quieren una Navidad a oscuras
Antiguos residentes de ese sector dicen que sus nuevas viviendas en el proyecto Lluvia de Oro, en Malambo, no cuentan con el servicio de energía y algunos acabados.
Luisa* vivía en el sector de La Loma, ubicado cerca al Caño de la Auyama. Es trabajadora independiente y madre soltera de dos niños. Esa zona, donde ella y otras familias residían hace 11 años, sufrió una inundación a raíz del desborde de las aguas de dicho caño.
A partir de ese momento, sus enseres y casas quedaron “prácticamente bajo el agua”. Sin embargo, los habitantes fueron censados para lograr una solución a esta difícil situación.
Por ello, nacería un proyecto de reubicación para estas familias llamado Lluvia de Oro, ubicado en el municipio de Malambo.
“Nos entregaron una especie de subsidio en agosto de 2009 por $7 millones. A los tres meses, otro de $10 millones por el terreno inundado, pero el proyecto pasó a ser de Vivienda de interés social (VIPA)”, destacó la mujer.
Lo que parecía ser una luz de esperanza frente a la fuerza desconsiderada de la naturaleza para los habitantes de esa zona de la ciudad, poco a poco se convirtió en una “lluvia de incertidumbre, evasivas y dudas” sobre la entrega de las 536 casas pertenecientes al proyecto.
Como explica Luisa, pasaron los días, los meses y los años donde las entidades competentes “no constaban ante las quejas de nosotros”. Durante todo este tiempo, cuenta la afectada, los habitantes se tomaron vías y sede de Edubar a modo de protesta por la falta de respuesta sobre las casas que se les serían entregadas.
Ante esta presión, cuentan las familias, se realizó la construcción de las casas y el 15 de diciembre se hizo la entrega de las primeras casas del conjunto. La dicha y la felicidad de los primeros beneficiarios rápidamente pasaron a un segundo capítulo de esta novela de nunca acabar. Los nuevos residentes de Lluvia de Oro se encontraron con la sorpresa que las viviendas no contaban con las puertas de las habitaciones y, “para rematar”, sin el servicio de electricidad.
“La entrega no fue de la mejor manera. Por las escrituras nos hicieron pagar $300 mil, las cuales no hemos recibidos. Tenemos miedo porque en la noche es un peligro estar sin energía. Aquí nadie nos garantiza la seguridad de la gente y los niños”, explica una de las vecinas perjudicadas. ¿QUIéN RESPONDE?. La empresa Electricaribe se pronunció sobre esta situación y explicó que el proyecto mismo “será energizado el próximo fin de semana, luego de un acuerdo con el responsable de la obra que se comprometió con la entrega de toda la documentación requerida”.
Por otro lado, el alcalde del municipio de Malambo, Efraín Bello, habló del tema y comentó que “no hemos podido tener una comunicación con Edubar, entidad encargada como tal del proyecto”. Además, reiteró que desde la Secretaría de Planeación solo se le fue entregada la licencia de construcción, pero la relación contractual y su supervisión del municipio no ha sido constante, así que todo “ha estado en cabeza de Edubar”.
“Nosotros le pasamos un oficio a Edubar para que nos manifestara las condiciones de la entrega, en la cual el municipio no ha recibido el proyecto de la forma como se estaban entregando a los beneficiarios y cuáles eran las condiciones que se le estaban entregando”, explicó.
Además, el mandatario añadió que si bien es cierto que son proyectos de vivienda de interés social (VIPA), no se tiene claridad como fue el proceso de selección, los beneficiarios, entre otros interrogantes. “Estabamos a la espera de conocer este tema con Edubar”.
Por su parte, una consultora dentro de la constructora Unión Temporal Lluvia de Oro comentó que los beneficiarios sabían que el proyecto no se había entregado porque las casas no contaban con el sistema eléctrico y que se decidió entregar las primeras casas debido a la presión de la comunidad, pero se “les hizo la salvedad que no se podían mudar hasta que se colocara la energía”.
Esta fuente también afirmó que en los términos de referencia de la convocatoria, realizada por el Ministerio de Vivienda, en el anexo técnico se especifica que las casas solo deben tener, obligatoriamente, la puerta principal, la del baño y la del patio.
A su vez, la fuente señaló que los beneficiarios recibirán sus escrituras, pero que la notaría de Malambo se demora en el proceso de entrega aproximadamente cuatro meses.
EL HERALDO, en reiteradas ocasiones, intentó comunicarse con la directora de Edubar, Angelly Criales, pero no recibió respuesta ante las llamadas y visitas a su oficina.
Por ahora, varias familias han decido habitar las casas, a pesar de no tener el servicio eléctrico. Según cuentan, lo único que piden es que las entidades “solucionen su situación para no pasar Navidad a oscuras”.