Coaliciones, el ‘juego’ político que se impuso en el año que termina
Las alianzas se convirtieron en la fórmula de éxito de las elecciones y ante las duras ‘batallas’ entre el Gobierno y el Congreso se intentaron consolidar uniones que no se lograron finiquitar.
Las coaliciones fueron las protagonistas del año electoral, los partidos políticos dejaron de lado los extremos ideológicos y ‘jugaron’ unidos para el fortalecimiento del poder local de las fuerzas tradicionales.
A pesar de que la primera histórica gran coalición que se dio en Colombia fue en 1956 con el Frente Nacional o pacto de Benidorm, expertos en política electoral coinciden que fue la ley 1475 de 2011 la norma que abrió las puertas a las alianzas y las fortaleció como ‘juego’ político, estrenándose tal fenómeno con la lista de Decentes en el Congreso de la República y, posteriormente, en los comicios regionales de este año, donde tuvieron mayor auge.
Pero las coaliciones no fueron un fenómeno exclusivo de las elecciones regionales, para otros eventos políticos que definieron el año fueron necesarias alianzas entre partidos.
GOBIERNO VS CONGRESO. Uno de los eventos que marcó el año político fueron las constantes ‘batallas’ entre el Gobierno y el Congreso.
Aunque el Ejecutivo comenzó el año un poco debilitado ante el Legislativo con el hundimiento de la mayoría de los proyectos importantes que impulsaba, finalizó un poco más fortalecido (aunque no victorioso) con la aprobación de la Ley de Crecimiento Económico, para la cual fue muy decisiva la participación de Cambio Radical como aliado del Gobierno para la reforma tributaria.
UNA COALICIóN DE GOBIERNO. EL HERALDO en primicia reveló que, según fuentes de Gobierno, el presidente Iván Duque estaría en busca de una coalición de Gobierno.
De hecho, una fuente de Presidencia, le dijo en su momento a este medio que esta estaría acompañada de participación de las colectividades políticas, a quienes incluiría, incluso, en puestos de gobierno.
Sin embargo, el Gobierno logró pasar este periodo legislativo sin dicha coalición, ya que esta no se logró finiquitar.
Hasta el momento, a Duque lo apoya su partido el Centro Democrático, el Partido Conservador, Mira, Colombia Justa Libres y un sector de la U.
La coalición que se intentó consolidar, aunque resultó fallida, incluiría a Cambio Radical.
El líder de esta colectividad, Germán Vargas Lleras, sostuvo varias reuniones con el presidente Duque casi al finalizar el año y le trasmitió a su bancada la posibilidad de una eventual alianza con el Gobierno, la cual no le cayó bien a algunos de los congresistas.
Los que más cercanos están hacia esta idea son los senadores y representantes de Cambio Radical del ala charista, los mismos que decidieron votar el Plan Nacional de Desarrollo en marzo, pese a que la instrucción de Vargas Lleras había sido no asistir al debate para romper el cuórum.
No obstante, aunque el año político terminó sin una coalición, aún se ven ciertas cercanías entre el mandatario y el exvicepresidente.
EL PAPEL DE CAMBIO RADICAL. Cambio Radical tuvo un papel fundamental en la política colombiana durante este año.
Fueron protagonistas de diferentes eventos como la caída de la Ley de Financiamiento, así como del rescate de la reforma tributaria e incluso fueron crucial en acuerdos políticos a nivel regional.
La relación de Cambio Radical con el Gobierno es un claro ejemplo de lo dinámica que es la política.
En marzo de este año, la colectividad ‘rojiazul’ afrontaba una serie de ‘fisuras’, luego de que congresistas costeños (de la casa política liderada por Fuad Char) decidieran darle un ‘espaldarazo’ a Duque votando el Plan Nacional de Desarrollo.
En ese momento, el país conoció de las divisiones que habían al interior del partido. Hubo muchas especulaciones e incluso se alcanzó a hablar de un nuevo partido político liderado por los Char, lo cual terminó siendo falso.
Tras el incidente Vargas Lleras citó a una reunión de bancada y, posteriormente, dialogó con el líder de Cambio Radical en el Atlántico (Fuad Char).
En mayo, sostuvieron un encuentro en Bogotá con la intención de definir los avales de cara a las elecciones del 27 de octubre. Fue cuando se confirmó que Cambio Radical le daría el aval a la hoy gobernadora electa Elsa Noguera y se dio por superada la aparente ‘fisura’ de la colectividad ‘rojiazul’.
Sin embargo, al interior del partido mientras que hay un sector que se ve cercano al Gobierno, hay otro que se ve distante.
Lo que se vio demostrado en las últimas semanas cuando algunos ‘aplaudían’ una posible alianza con Duque y otros la criticaban.
EL ‘ROLLO’ DE LA TRIBUTARIA. Quizás una de las peores noticias que recibió el Gobierno en el 2019 fue la caída de la Ley de Financiamiento, la cual comprometía toda la responsabilidad fiscal y tributaria de la Nación.
En la Corte Constitucional había cerca de 21 demandas a esta ley y una de esas era del líder de Cambio Radical Germán Vargas Lleras.
El golpe más fuerte fue el pasado 16 de octubre cuando la Corte tumbó la Ley de Financiamiento por vicios de trámite. La norma funcionaría hasta mañana 31 de diciembre y el Legislativo tenía hasta ese momento para aprobar una nueva reforma tributaria que empezaría a regir en 2020 o de lo contrario quedaría vigente la reforma del gobierno anterior.
Con la histórica caída de la Ley de Financiamiento, el Gobierno empezó a acercarse a otros partidos buscando apoyos. La norma pasó a llamarse reforma tributaria y después Ley de Crecimiento Económico.
La historia de desencuentros entre Cambio Radical y el gobierno Duque terminó en el último periodo, cuando el mismo Vargas Lleras junto a Fuad Char lideraron una comisión de la colectividad para hacer una nueva reforma tributaria.
Tras varias reuniones con el ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla, y posteriormente, con el presidente Duque en el Palacio de Nariño lograron un acuerdo, aunque no una coalición. El partido introdujo 8 de las 12 modificaciones que se le hicieron a la reforma tributaria y apoyó al Gobierno en
la aprobación de la misma.
No obstante, Cambio Radical sigue manteniendo su posición como partido independiente. Aunque aún ninguna de las dos partes han descartado una posible alianza en la próxima legislatura.
EL ‘TRAPO ROJO’. De otro lado, en la misma ‘batalla’ por la tributaria estaba el Partido Liberal, otra de las colectividades que representa mayorías en el Congreso.
Sin embargo, los liberales marcaron distancia con el Gobierno. El líder de la colectividad ‘roja’, César Gaviria, anunció su rechazo a la reforma tributaria por las “exenciones” a las grandes empresas y decidieron votar negativo.
De esta manera, una eventual alianza con el Gobierno quedó descartada.
Aunque la colectividad ‘roja’ si fue clave en la consolidación de coaliciones políticas para las elecciones regionales.
De hecho previo al certamen
electoral Gaviria fue criticado por la entrega de coavales, apoyando tanto a conservadores como a candidatos de la oposición.
“Aumentaremos nuestra cifra de alcaldías. Actualmente tenemos 130 en todo el país y estamos trabajando de 7 de la mañana a 10 de la noche todos los días. Procuraremos aumentar las siete gobernaciones que actualmente tenemos. Hay 840 municipios con solicitud de aval para Alcaldía, calculamos que serán 700 los avalados al final, 340 avaladas más que hace cuatro años”, indicó la colectividad antes de los comicios del 27 de octubre.
Tanto fue el movimiento político de los liberales, que el ‘trapo rojo’ se posicionó en 204 alcaldías municipales, siendo el partido triunfador de las elecciones locales a nivel nacional (dejando por fuera las coaliciones políticas).
LAS OBJECIONES A LA JEP. Así las cosas, tanto Cambio
Radical como el Partido Liberal marcaron una pauta importante en el escenario político nacional.
Al ser las dos fuerzas mayoritarias en el Capitolio, la posición que fijaban ambas bancadas representaba un desafío para el Gobierno.
Tras la discusión del Plan Nacional de Desarrollo siguió la ‘pelea’ por las objeciones presidenciales a la Ley Estatutaria de Administración de Justicia de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP).
El Partido Liberal decidió marcar distancia nuevamente del Gobierno y no las apoyó.
Y Cambio Radical volvió a dividirse. Sin embargo, tras el incidente del PND, esta vez sí se fijó votación de bancada y se firmó en un acta cómo debían votar los congresistas: negativo.
Pero también hubo desencuentros entre partidos, a tal nivel que en su momento una fuente de la bancada de Cambio Radical, que estaba a favor de las objeciones, le dijo a este periódico que una de las razones que tiene para avalarlas es el hecho de que no quieren hacerle el juego a Gaviria “ni graduarlo como el jefe del Congreso”.
Gaviria terminó la legislatura marcando esa distancia y cerrando las posibilidades de una futura coalición con Duque.
LA FóRMULA DE éXITO. El 2019 se caracterizó, así, por la ‘lucha’ por consolidar coaliciones y en las elecciones regionales fue la fórmula de éxito.
Según un estudio de la Corporación Excelencia en la Justicia realizado para el Ministerio del Interior, en el país 3.142 coaliciones partidistas dieron aval a 5.694 candidatos.
De 32 departamentos, 24 gobernadores electos ganaron avalados por una coalición y de las 32 ciudades capitales, 15 alcaldes electos triunfaron con una coalición.
En el Atlántico,de 23 municipios en 7 ganaron con coalición y los coavales fueron la ‘figura’ de la contienda política.
Se consolidaron alianzas tan importantes como la de Elsa Noguera, la cual dio mucho de que hablar a nivel nacional. El Partido Liberal fue el primero en unirse y con el ‘pacto de Giardino’ quedó resulto el coaval de los liberales. Después se unió el Partido Conservador y el Centro Democrático. Y aunque el Mira no alcanzó a ser parte de la Clave es la Gente (nombre de esa alianza política) también apoyó a la candidata.
Otro de los triunfos más sonados fue el de Claudia López a la Alcaldía de Bogotá, convirtiéndose en la primera mujer y, además, miembro de la comunidad Lgtbi alcaldesa de una ciudad en América Latina.
López, quien es militante de Alianza Verde, consolidó su victoria con una coalición de centro-izquierda con el Polo Democrático, Bogotá Viva y Movimiento Activista.
Fue así como las coaliciones fueron el ‘juego’ político más importante de la escena nacional en el 2019.