1979, desde un rincón
El siglo 21 comenzó en 1979. Eso sostiene Christian Caryl en sudocumentado y ameno libro Rebeldes extraños, donde hilvana las convulsiones sociales, políticas, religiosas y económicas desatadas ese año por Deng Xiaoping en China, Margaret Thatcher en Inglaterra,el Ayatola Jomeini en Irán y el papa Juan Pablo II en Europa. Las secuelas de esos eventos aún reverberan en las luchas ideológicas y estratégicas globales. Fui un atento observador de esas contrarrevoluciones, no solo por el obvio interés que despiertan, sino por coincidencias personales. Como Jamal Malik, el joven indio de la película ¿Quién quiere ser millonario?,en tres de ellas me encontré de pronto en un rincón con una vista privilegiada.
En 1974 entablé con un iraní, Alí Rahmanian, una breve amistad que en ausencia de internet pronto se diluyó. Sin embargo, a mediados de 1978 nos encontramos en una fila frente a la embajada de Estados Unidos en Londres. Había muchos iraníes revalidando sus visas. Me contó que la “revolución blanca” del Sha, occidentalizante, capitalista y laica, había resentido al poder religioso, atropellado a los comerciantes de los bazares y ofendido a los viejos tradicionalistas. Se percibía una reacción que podría derrocarlo, a pesar de su gobierno dictatorial. A juzgar por la sorpresa que ocasionó su caída en enero de 1979, en esos minutos había quedado yo más enterado que la CIA. Con la fusión del poder político y religioso Irán dio un gran salto al pasado y un gran impulso al radicalismo islámico.
En 1977como estudiante de posgrado en Gran Bretaña tropecé en un curso de inglés con un grupo de asiáticos, uniformados, disciplinados, jugadores de ping pong. Era el primer contingente de estudiantes de China enviados a occidente en toda su milenaria y orgullosa historia. Fue una de las primeras iniciativas de Deng Xiaoping para revertir la pauperización y la violencia de la revolución cultural de Mao.En diciembre de 1978 Deng tomó las riendas del poder. En enero de 1979 estableció relaciones diplomáticas con Estado Unidos. Ese año sus pragmáticas reformas tomaron fuerza. En1986 conocí la Zona Franca de Shenzhen y las expresiones de liberalización económica en Cantón, que terminaron generando el más rápido enriquecimiento masivo de la historia,así como insoslayables desigualdades y un imparable poderío global.
En mayo de 1979 presencié el triunfo electoral de Margaret Thatcher como Primer Ministro Británico. Escuché en vivo y en directo su artillería verbal en pro del fortalecimiento del libre mercado y del emprendimiento y en contra de los excesos del estado benefactor en su reino, empobrecido por décadas de políticas laboristas que lo llevaron a ser el primer país desarrollado en tener que ser socorrido por el FMI. Durante su largo gobierno mejoró el PIB per cápita hasta superar a Francia y Alemania y se opuso a ceder más poder a la Unión Europea. Su legado también sigue vigente. Mañana terminan pues los primeros 40 años de este siglo.
A mis lectores les deseo un feliz 2020.