¿Por qué caemos en la compras nerviosas?
La OMS denominó “infodemia” a la oleada de pánico que se produce por la desinformación En algunas ciudades del país los almacenes llegaron al colapso por la demanda de productos, sobre todo, de papel higiénico.
Como si en cualquier momento los zombis llegaran a acabar con la humanidad, cientos de personas han optado por prepararse comprando de todo para llevar a sus casas y no tener que padecer en el caso de que tengamos que pernoctar en nuestras viviendas por un buen tiempo a causa del coronavirus.
Llama la atención en redes sociales las imágenes de aquellos que fueron a almacenes de cadena y centros comerciales a hacer sus compras “de emergencia”, vaciando las góndolas y llenando carritos de productos, en algunos casos, innecesarios, por ejemplo, montañas de papel higiénico. ¿Por qué comprar papel de baño en medio de esta pandemia?
En diversos almacenes de Barranquilla hay pilas de rollos de papel, algunos en promoción. Paquetes de 12 rollos que antes costaban 12 mil pesos, ahora están en nueve mil. Los hay de todas las marcas y todas las calidades. Los que prometen ser suaves y los que anuncian un olor floral. A pesar de que en la ciudad aún no se ha presentado el primer caso de Covid-19, hay quienes se preguntan, al ver el volcamiento de algunas tiendas en otras ciudades y la escasez de productos en el exterior, ¿qué es lo que teme la gente con las compras masivas, en especial con la compra de papel higiénico.
Luz Mery Rendón, a las 10:30 de la mañana de ayer, estaba en el pasillo de productos de aseo. Llevaba en su carrito algunos elementos básicos y dos enormes paquetes de papel higiénico.
“Hay que tomar medidas de higiene, mantenerse hidratado para enfrentar el coronavirus, pero no salir a comprar como loco. Eso sí, si hay una promoción uno va y aprovecha”, dijo la mujer, quien aseguró haber ahorrado seis mil pesos en su compra.
“No hay razón para hacer mercado sin mesura”.
JULIÁN FERNÁNDEZ Epidemiólogo
CAOS PROVOCADO. En países como Panamá y El Salvador muchas personas no pensaron igual que Luz Mery, pues atiborraron los negocios y acabaron con el stock de papel y de otros productos. Además, no acataron una de las principales recomendaciones contra el coronavirus: evitar lugares con alta presencia de público. También provocaron caos vehicular en los sectores aledaños a las súper tiendas.
El sociólogo, Jair Vega, docente de la Universidad del Norte, expresó que uno de los problemas más complicados de la pandemia es la desinformación.
“Por un lado no se sabe cuáles son las medidas que hay que tomar. La gente supone que habrá una cuarentena y por eso se aprovisiona”, expresó el especialista.
Vega, también señala que la llamada “infodemia”, que no es más que la falta de información o la creciente desinformación de las personas, es lo que está haciendo que muchos vayan a comprar “lo que no es necesario”.
“Cada quien se aprovisiona de acuerdo con su ámbito cultural. Lo más preocupante es que compren objetos como tapabocas especiales para los trabajadores de la salud, pues se pueden agotar. Hay un rol muy importante de los medios de comunicación para que la gente sepa qué hacer”, expresó.
El sociólogo relacionó la compra de papel higiénico con la creencia de que el coronavirus genera diarrea o que de pronto se acabará y será imposible conseguir un rollo.
“Tenemos que aprender a ser responsables”, finalizó Vega.
ATENDER LAS MEDIDAS. Elvia Peñate vive con dos adultos mayores y quiere protegerlos del coronavirus. Entiende que lo ideal es acatar las recomendaciones de las autoridades.
Ayer, mientras caminaba por los pasillos de productos de un almacén, explicaba que no fue a “comprar cosas innecesarias”.
“Encontré una receta para hacer un gel antibacterial casero y vine a comprar los productos”, contó la mujer que llevaba en sus manos un frasco de agua oxigenada y el celular donde había anotado el resto de ingredientes: glicerina, alcohol, entre otros.
“Lo mejor es no caer en el miedo, lavarse las manos y hacer el saludo oriental”, expresó Elvia, quien hace justo lo que recomienda el epidemiólogo de la Universidad del Norte, Julián Fernández.
“Por lo pronto, en el país, no hay ninguna decisión en la que las personas tengamos que estar en casa. Hay que insistir en que quienes deben estar en la casa son las personas con síntomas. Lo que deberíamos hacer es seguir las medidas, sobre todo el distanciamiento social”, dijo el profesional de la salud.
COMPRAS SIN PÁNICO. Fernández manifestó que no es necesario asustarse. “Existe un comportamiento irracional, el pánico genera más pánico, genera desorden. No hay razón para hacer mercado sin mesura. Esto es algo que sí puede que afecte a las personas, sobre todo de bajos recursos”, sentenció.
A lo que se refiere Fernández es que si ahora que no es necesario aprovisionarse de ciertos productos la gente sale corriendo a hacerlo, cuando de verdad se necesite entonces no habrá nada que comprar y posiblemente tampoco dinero.
El epidemiólogo también hizo referencia a la llamada infodemia.
“Los medios de comunicación no deberían mostrar anaqueles vacíos o multitudes comprando desesperadamente, pues eso lo que causa es un efecto de pánico y logra que la gente piense que hay escasez de productos cuando en realidad no es así”, afirmó.
Y es que precisamente por la prisa de las personas se ha vuelto difícil conseguir tapabocas o gel antibacterial, dos productos que las autoridades han insistido en no comprar. Sin embargo, lo que sí han pedido insistentemente es el frecuente lavado de manos con agua y jabón.
“Mire que tenemos todo lleno. La gente sí ha comprado, pero no tanto como el antibacterial que se agotó. Nosotros tenemos jabón líquido, en barra, de todos los tamaños, cremosos, aceitosos, con exfoliante, etc, pero la gente poco está comprando”, expresó una de las trabajadoras de un superalmacén de cadena localizado en el Centro de Barranquilla.
Lo mejor, según especialistas, es cuidar la salud y el bolsillo, acatando las recomendaciones y comprando lo necesario. “No debería hacerse, por lo pronto, un mercado mayor al habitual. Si quizá quiere tener una precaución que les permita tener comida durante un tiempo, que sea razonable”, afirmó Julián Fernández.