María Cecilia Botero contempla su retiro
Después de haber visto su rostro en novelas, entrevistas y programas matutinos, la actriz recibió el Premio Vida y Obra por sus 50 años de carrera.
Uno de los rostros más familiares para los televidentes colombianos es el de la actriz y presentadora María Cecilia Botero Cadavid,quien durante 50 años ha participado en exitosas producciones interpretando a inolvidables personajes como Yadira La Ardiente en Caballo viejo, Sándalo Daza en Música maestro o Manuelita Saénz en la serie Bolívar, el hombre de las dificultades. También ha sido presentadora de noticias en CM&, dirigió el recordado Talk Show Las tardes de María C, condujo el reality Protagonistas de Novela y el magazine Día a Día; en fin, ha hecho lo que le ha dado la gana.
María C., como es conocida por los colombianos, debutó como actriz a los 15 años en la película María, iniciando así un recorrido por la industria audiovisual, que hoy la hace merecedora de este reconocimiento. Sin duda, es una de las más importantes actrices colombianas, que, además, ha hecho parte del cine y el teatro.
Su carrera fue reconocida con el premio A Toda una Vida Víctor Nieto en los premios India Catalina, ceremonia cancelada por órdenes de la Alcaldía de Cartagena de suspender eventos masivos debido a la pandemia del coronavirus. Los resultados de los ganadores fueron publicados por esta organización ayer en la tarde.
EL HERALDO dialogó con esta mujer de sonrisa fácil, que no se guardó nada, habló de sus problemas económicos y de salud, de lo duro que ha sido para ella, a sus 64 años, ganarse un papel relevante en una gran producción y del crecimiento artístico que ha tenido a lo largo de estas cinco décadas. También recordó las enseñanzas de su padre el maestro Jaime Botero, quien la dirigió en el teatro; de su esposo David Stivel, quien la condujo en la televisión, y de su hijo Mateo, quien recientemente la dirigió en la serie La ley secreta.
P ¿Cómo recibe este reconocimiento que le otorgaron en los Premios India Catalina?
R Lo recibo con mucha emoción y gratitud, me parece lindo que esto sea en vida para poder disfrutarlo, pienso que después no tendría sentido. Hace 10 años me lo habían propuesto, pero lo rechacé porque sentía que no era el momento, creía que aún me faltaban muchas cosas por hacer. La verdad no he realizado los grandes proyectos en esta última década, porque el medio ha cambiado tanto, pero en estos momentos dije sí porque estoy cumpliendo 50 años como actriz y es algo digno de premiar, sobre todo, en un país como el nuestro.
P Su debut actoral fue cuando era quinceañera en la película ‘María’ ¿qué recuerdos tiene de esa experiencia?
R Comencé en María por pura casualidad y porque me convencieron el director Tito Davinson y el fotógrafo Gabriel Figueroa. Tito me decía que él tenía ojo clínico y que yo iba a ser una gran actriz a la que le iba a ir muy bien. Yo decía que no era actriz, que a mí me encantaba era la antropología y la verdad es que luego de estas cinco décadas le agradezco la oportunidad porque pude realizarme, no me imagino la vida de otra manera. De seguro no hubiera sido tan feliz como me he sentido.
P ¿Qué enseñanzas le P dejó su padre Jaime Botero Gómez, maestro del teatro colombiano?
R Él fue un personaje muy culto y divertido, hacía mucho énfasis en la cultura, él fundó la academia Charlot porque había muchos actores con una base muy floja. Siempre me dijo que debía ser disciplinada con mi carrera, porque en ocasiones me daba pereza levantarme tan temprano para salir a grabar, así que siempre recuerdo sus palabras. No sé si fue buen papá o no, lo cierto es que era muy simpático.
P Otra de las facetas que se le conoció fue como presentadora de noticias en CM& y en el programa Las tardes de María C ¿ha contemplado volver a hacerlo?
R Estoy abierta a lo que sea, cuando estuve tan cerca de la muerte hace años me propuse no hacer planes a largo plazo, porque la verdad es que uno no sabe lo que pueda pasar al día siguiente, pero me gustaría hacer entretenimiento de ese estilo o también en el formato de entrevistas, pero como esto ha cambiado tanto, ya hoy no hay casi programas de estos, sino los magazines matutinos, el cual ya hice (Día a Día). Pero por lo menos extraño hacer Las tardes de María C, donde la pasábamos muy bueno con las amas de casa.
P En 2016 tuvo dificultades porque el lupus y una crisis por la falta de papeles ¿Eso ha sido superado?
R En mi vida los altibajos no han faltado, me metí a producir teatro y me quebré, después me metí a hacer producciones de televisión y también me quebré, entonces fueron dos situaciones muy críticas en las que recuperarse fue muy duro, pero lo logré. Mi salud también ha sido complicada, mi enfermedad no está curada, pero si se puede manejar y ahí voy.
P Ha incursionado en el teatro musical, recogiendo el legado de su esposo, David Stivel ¿cómo lo recuerda?
R Era un gran director, me transmitió mucha seguridad, él me hizo cantar y bailar en un escenario, algo que jamás pensé podía hacer. Como persona crecí mucho a su lado, él fue un gran compañero y sobre todo un gran maestro.
P Su hijo Mateo Stivel tuvo la oportunidad de dirigirla en la Ley secreta ¿cómo fue esa experiencia?
R A mí primero me dirigió mi papá, luego mi esposo y ahora mi hijo, eso sí no permitiré que me dirija mi nieto (risas), pero fue muy bonito porque se respetaron los roles, independiente que sea su madre debía acatar sus órdenes y siento que todo fluyó de maravillas, Mateo es un buen director de actores, así que mi orgullo es inmenso.
P ¿Qué proyectos tiene en la actualidad?
R Por ahora nada, hice unos capítulos en la serie de RCN Enfermeras y no tengo más nada, parece que en la televisión se han acabado los papeles para los que tenemos canas. Ya estoy comenzando a contemplar mi retiro, no sé cuánto tiempo me va a tomar, pero ya va siendo hora porque prefiero ser yo la que tome la decisión y no estar esperando papeles que jamás van a llegar.
P ¿Cuál es su perspectiva de la televisión colombiana actual?
R El tema de la tecnología y todo lo que esto conlleva hace que el arte de la actuación cambie. Ya uno no tiene tanto protagonismo como antes, yo tuve mi gran momento, pero casi no hay trabajo para la gente mayor, la verdad que a medida que van pasando los años va mermando la actividad. Esto es algo incomprensible ya que es precisamente la gente más experimentada la que puede tener historias de vidas que contar e interpretar con mayor profesionalismo; sin embargo, en Colombia no es así, pero si tu observas en las plataformas como Netflix series europeas te das cuenta que los grandes papeles recaen sobre personajes muy experimentados. Así que la industria ha cambiado, el estilo de novelas se transformó con el desarrollo de las historias inspiradas en los narcotraficantes, esas tramas en las que realmente yo no quepo.
P ¿De las leyendas de la actuación a cuál es la que más extraña y por qué?
R Extraño a muchos, pero especialmente a mi amiga Celmira Luzardo, ese es un hueco difícil de llenar, además porque era una gran persona. También extraño a Frank Ramírez, Pepe Sánchez, me pongo mal a hacer cuentas de cuántos se han ido.
P ¿Qué considera le hace falta hacer como artista y como persona?
R Me gustaría que la vida me sorprendiera, todo lo que he hecho ha aparecido en mi vida, yo no he buscado nada, jamás imaginé que iba a hacer un Talk Show, a presentar un reality como Protagonistas de Novela. A raíz de que vi la muerte cerca, estoy abierta a lo que la vida me quiera dar y estoy lista para enfrentarlo.