El Parque de Raquetas, como un pueblo fantasma
Bajó el flujo de tenistas en el complejo deportivo Las ventas en la cafetería de Dilia Posso han caído.
El reloj marca las 11:26 minutos y el Parque de Raquetas parece un pueblo fantasma. Solo dos tenistas se encuentran conversando, un profundo contraste a lo que sería una jornada sabatina de tenis en este complejo deportivo.
Dilia Esther Posso, ama de casa que arrendó la cafetería para vender frutas, empanadas y jugos hace tres años, no sale de su asombro. Sus ventas han decaído porque no tiene a quién vendérselas. Su famoso jugo de níspero, fruta que seduce a los extranjeros y a los mismos locales, está bajo llave.
“Esto ha estado completamente solo. La gente está con mucho miedo de traer a sus niños. Los sábados los profesores dan clases a los pequeños y las mamás no los quieren traer. Tenemos una problemática muy triste. Estoy muy preocupada”, expresa Dilia Esther.
La vitrina donde exhibe sus arepas o empanadas está vacía. Hay menos bananos que de costumbre y la licuadora no suena. El próximo 5 de abril Dilia Esther deberá pagar el canon de arrendamiento de un millón de pesos y hasta la fecha no lleva ni la mitad del dinero.
“No he podido reunir la plata. A mí me toca pagar los 5 de cada mes. A esta fecha, casi mitad de mes, yo voy reuniendo mi dinero y llevaría un poco más de la mitad, pero con esta soledad, la cosa está difícil. Un sábado, normalmente, me podría hacer unos 250 o 300 mil pesos, pero ahora no logro ese monto”.
A Dilia, hasta ahora, nadie le ha dicho que deberá cerrar su lugar de trabajo. Ella, a pesar del duro presente que atraviesa el mundo por la pandemia del coronavirus, sigue preparando sus batidos y arepas de huevo, la especialidad de la casa.
“Nunca imaginamos que esto pasaría. De hecho, en los 15 años que llevo trabajando con personas del tenis, esto nunca había ocurrido. Igualmente pienso, que si esto sigue así, van a cerrar el Parque de Raquetas porque aquí se reúnen más de 500 personas”, agrega.
Del 26 al 29 de marzo se realizaría en estas canchas de pista dura, el Torneo Barranquilla Open Copa Cediul, certamen para tenistas en silla de ruedas. Este evento recibiría a 25 deportistas extranjeros, provenientes de 15 países. “Me quedé con las ganas de que los tenistas extranjeros probaran algunas de nuestras frutas como la fresa o el pomelo. Se iba a realizar un certamen G4 y el Mundial de Tenis en silla de ruedas y esa cancelación sin duda nos afecta. Ahora no sabemos cuando se va normalizar todo”.
Barranquilla, hasta hoy, es una de las ciudades en la que el Covid-19 no ha aterrizado. Hay medidas preventivas y muchas alarmas en toda la ciudadanía. Sin embargo, mientras todo se normaliza, Dilia Esther seguirá tratando con una sonrisa para sobrevivir en un ‘pueblo fantasma’.