El amor en los tiempos del coronavirus
De aquél amor paciente y romántico que se vivía en los tiempos del Cólera, que no se desesperaba por la indecisión protocolaria de una recatada dama, hemos pasado a los tiempos del amor exprés, donde lo primero ya no es lo primero, y como el Coronavirus, aparece sin avisar y entra sin pedir permiso, dejando el virus amoroso sin medir en sus secuelas.
De aquellos tiempos en que se conquistaba a través de las visitas, el cortejo y con insistentes e idílicas cartas, se ha pasado a los mensajes instantáneos, cortos y directos, donde el romanticismo en cierta forma se ha perdido, porque la gente tiene más prisa y el amor avanza raudo y sin sentido, poco comprometido que a veces se vuelve desechable.
Estamos en la era de los sentimientos desechables en que es más fácil y rentable botar algo que repararlo, en que se avanza a toda velocidad para llegar a la meta cuanto antes, sin medir distancia y sin explorar bien el terreno, en que se presta más atención al celular que a la relación, para atarse al final a unos lazos muy apasionados y amorosos, pero tan solubles como el café instantáneo.
También es importante destacar, que hoy en día, ya no se usa pedir la mano ni pedir nada, la conquista, por lo general, es virtual y, muchas veces, sin nada a cambio, y más en estos tiempos, en que la gente se acostumbró a no decir “véndame” sino “regáleme”, y donde las expresiones de amor se hacen más por mensajes que en persona.
Roque Filomena