Comerciantes dicen que las ventas han bajado por Covid-19
Los locales siguen abriendo a pesar de la poca afluencia.
La pandemia del coronavirus ha hecho mella en el Paseo Bolívar. Por estos días, la que durante el año es una de las avenidas más transcurridas de la ciudad, hoy vive la poca afluencia de compradores, que por el miedo de ser contagiados y por las diferentes recomendaciones de las autoridades, han evitado salir de sus casas para minimizar los riesgos.
Pero, a pesar del gris panorama que se presenta, los vendedores y comerciantes siguen abriendo sus locales y esperando a las pocas personas que se acercan al lugar, pues algunos comentan que viven del día a día y que, de no abrir sus negocios, no tendrían los suficientes ingresos económicos para poder mantenerse.
“La gente tiene temor por el tema del virus, las ventas han bajado mucho. Las personas se están cuidando y uno también debería hacerlo, pero es complicado para quienes vivimos del día a día”, explicó Nelly Díaz, una mujer que lleva 22 años vendiendo cocos en una esquina del Paseo Bolívar.
La vendedora, que en un día común vende entre 70 y 80 cocos, asegura que ahora la demanda es entre 30 y 40 por la disminución de compradores.
La mujer, que no precisó su edad, aseguró que desde hoy no iba a poder trabajar debido al aislamiento obligatorio para mayores de 70 años que decretó el presidente Iván Duque
“Yo mañana (hoy) no vengo, me quedaré en mi casa haciendo el aseo y esperando en Dios que se normalicen las cosas para poder volver y generar el sustento”, agregó.
En la misma situación se encuentra Carlos Cazziani, un fotógrafo que tiene su puesto desde hace 38 años en el mismo sector, y quien desde hace años debido al avance de la tecnología le ha tocado “rebuscarse” con la venta de agua, gaseosas y minutos, entre otros.
OTROS AFECTADOS. Por otro lado, los parqueaderos de la zona también son la muestra de que las personas están evitando salir de sus casas, puesto que la mayoría se encuentran vacíos. Los pocos carros que se encuentran son de los comerciantes, según comentan los encargados de cuidar estos espacios.
“Todo ha bajado considerablemente. El parqueadero regularmente a esta hora ya está lleno completamente, pero ahora entran uno y salen dos. La gente está quieta”, manifestó Carlos Caro, trabajador de un parqueadero en el centro de la ciudad.
Algunos comerciantes, debido a la baja afluencia, se han visto obligados a cerrar sus locales, argumentando que no tiene ninguna razón seguir ofreciendo los productos.
Mientras que otros ante la falta de compradores y visitantes, como los centros comerciales han seguido abriendo sus puertas y lo seguirán haciendo normalmente, pero con las debidas precauciones y así se lo hacen saber a las personas para que tengan claridad de la situación.