Ronaldinho, en su cumpleaños 40 y con el fútbol sala como terapia
El crack brasileño cumple hoy 14 días preso en Asunción. Está acusado, junto a su hermano, por uso de documentos falsos.
ASUNCIóN. Ronaldinho se acerca a sus 40 años, mañana, en una prisión policial de Asunción y con el fútbol sala como terapia a la espera de que se resuelva su caso por ingresar a Paraguay con pasaporte falso.
El exdelantero del Barcelona, nacido el 21 de marzo de 1980, cumplió ayer trece días de prisión preventiva junto con su hermano y asesor de negocios, Roberto Assis Moreira, en la Agrupación Especializada, una sede de la Policía Nacional que funciona como cárcel y que alberga a 195 reclusos.
Sin embargo, las condiciones de ese recinto, que aloja a policías con causas pendientes, narcotraficantes y políticos acusados de corrupción, no se parecen en nada a la colindante cárcel de Tacumbú, la principal del país y actualmente sin plazas debido al hacinamiento.
De hecho, la sede policial es un solar de 14 hectáreas donde los reclusos pueden matar el tiempo practicando deportes a cielo abierto como fútbol de campo, voley o hacer caminatas en un recorrido de pista.
En el caso de Ronaldinho, su preferencia es el fútbol sala, que practica en el patio del pabellón donde está junto a su hermano y otros 25 reclusos, con derecho a tres horas diarias, dijo el director del centro, Blas Vera.
Vera señaló que Ronaldinho estaba muy entusiasmado con los partidos de las ligas europeas, y siguió por televisión la histórica clasificación a los cuartos de final de la Champios del Atlético de Madrid, tras ganar por 2-3 al último campeón Liverpool, en Anfield.
Sin embargo, esa fuente de ocio se detuvo con el parón mundial de las competiciones de fútbol a causa de la expansión del coronavirus.
Esta situación también ha afectado el sistema de seguridad de la prisión policial, donde tras el muro de entrada se ha instalado una mesa en la que dos personas miden la temperatura y proveen gel a todas las personas que ingresan al predio.
Y se ha traducido en la limitación de las visitas, una sola por interno, que en el caso de Ronaldinho ahora se ciñe a la de sus abogados.
El jefe policial, que lo visita a diario como a los otros internos, destacó que Ronaldinho “en ningún momento se ha quejado (de su situación) en la cárcel”.
“Siempre dice que está bien, que no le falta nada, que está muy a gusto, y que los demás le tratan muy bien, sin inconvenientes”.
Los dos hermanos tampoco son reacios a la alimentación del penal como al tradicional desayuno diario paraguayo del “cocido” (infusión de yerba mate) con leche y galleta, como se alcanzó a mencionar.
“Se crearon muchas historias, ocurre que en los primeros días a un interno se da un trato de acercamiento con alguien que lo va a cuidar durante su estadía y el primer día le preguntaron si iba a desayunar y él dijo que no”, resaltó Vera.
Agregó que por una cuestión de gusto y como brasileños que son “toman mucho café”, de cuya preparación se ocupan ellos mismos, ya que cuentan con “comodidades básicas, heladera y televisor”.
Ronaldinho y su hermano ingresaron el 4 de marzo en el aeropuerto de Asunción, con el objetivo de apoyar la presentación de un programa social a niños y niñas.
Ambos salieron de su país con documentos brasileños, pero en el aeropuerto de Asunción exhibieron pasaportes paraguayos “auténticos pero de contenido falso”, según el Ministerio Público, que investiga la existencia de una red dedicada a ese delito.
Los hermanos están imputados por uso de documentos públicos falsos, con una expectativa de pena de cinco años de cárcel.