“La estigmatización es mas dura que tener coronavirus”
La hermana del taxista de Cartagena que murió de coronavirus confiesa que le teme a la postcuarentena Dadis investigará a clínica.
Nunca antes el tiempo había pasado tan lento como en esta última semana para Ángela (*) la hermana de Arnold de Jesús Ricardo, el taxista de Cartagena que se convirtió en la primera víctima mortal del coronavirus en Colombia.
La mujer, de 36 años, está confinada en un apartamento del barrio Los Alpes, sur de la capital de Bolívar, luego de dar positivo de la pandemia que ha provocado una de las peores tragedias en toda la historia de la humanidad.
Ángela asegura que fue Árnold quien la infectó. “Era normal, yo era su cuidadora en sus últimos días, lo acompañaba a urgencias y estuve con él en la Clínica del Mar donde falleció”, asegura con tono tranquilo.
Pese al dolor de haber perdido a la persona con quien compartía gran parte de su vida, ahora se siente más aliviada, ya que la dueña del inmueble donde reside dejó de exigirle que lo desocupara. “La señora me dejó de llamar”, asegura.
Ayer en la mañana no tenía ánimos de prepararse el desayuno. “Aún me siento muy débil y no me dan ganas de comer mucho”, anota. Se conforma con probar una que otra fruta en el día.
Desde que empezó la cuarentena, permanece sola, no puede salir ni recibir a nadie. Solo al personal de la EPS Coosalud que ella elogia a cada momento.
“Me llaman hasta dos veces al día para saber cómo evoluciono. Ojalá Árnold hubiera tenido esa EPS que sí tiene corazón”.
En la mañana lava las sábanas y luego asea la casa. “Si los dolores en el cuerpo me dejan”, dice.
Ángela asegura que en medio de la crisis que vive siempre está buscando información sobre la pandemia, bien sea en la televisión o en internet.
“Ahora es que tengo más claridad sobre la enfermedad que se llevó a mi hermano, quien no recibió la atención que exigía su estado, que era muy complicado. Él murió por una cadena de errores en la atención. Y fíjese, el Ministerio de Salud finalmente me dio la razón. Fue por culpa del coronavirus”.
Ahora, su preocupación es otra: ¿Qué va a pasar una vez se enfrenta a la calle apenas pase la cuarentena?
La idea le ha dado vueltas en la cabeza una y otra vez.
En diálogo con EL HERALDO, confiesa que cada mañana se aferra a Dios para pedirle que le dé las fuerzas que ha perdido por efectos de la enfermedad, y del dolor de la muerte de su hermano, que el viernes 20 de marzo habría cumplido 59 años.
Antes de que su hermano y ella enfermaran, esta pedagoga del Sena se dedicaba a guiar las tareas de los niños del barrio y a las ventas por catálogo.
“Árnold pagaba el arriendo y los servicios, y yo le ayudaba con el mercado. Pero dígame, qué voy a hacer después que salga de esto? El encierro me cuesta, es duro, pero más duro que llevar el coronavirus es la estigmatización”.
INVESTIGAN A CLÍNICA. Sobre la muerte de Árnold de Jesús Ricardo Iregui, el director del Departamento Administrativo Distrital de Salud de Cartagena, Dadis, Álvaro Fortich, anunció que investigará el protocolo de atención por parte de la EPS Salud Total y de la Clínica del Mar que atendieron al taxista. De acuerdo con el ministro de Salud, Fernando Ruiz, la segunda muestra de Ricardo, que también dio negativo, “no fue tomada adecuadamente en la clínica cartagenera”.
*Nombre cambiado para proteger su identidad