Nada será igual
De manera súbita la vida cambió. Niños y jóvenes suspendieron sus entrenamientos para desarrollar capacidades, y los adultos frenamos el ejercicio diario buscando más y mejores opciones. Hoy nuestras prioridades son otras: lavarse frecuentemente las manos, usar mascarilla, abastecernos de lo esencial, aprender a trabajar desde la casa y suspender la vida social.
Nos encontramos ante un enemigo invisible que puede ser mortal y puede estar en todas partes. Al final de esta pandemia seremos más pobres, pero quizás más felices, porque el coronavirus está cambiando los valores del mundo. La economía no es lo más importante cuando usted, yo, todos nosotros, nos enfrentamos a la posibilidad de morir.
Los expertos actualmente nos están recomendando el aislamiento social. Como aislarse no es nada fácil, quisiera, como psicólogo, proponerles unas modestas recomendaciones:
1) Aprender a cuidarse. Cuidar el bienestar físico y psicológico de sí mismo y de los otros es la mejor forma de expresar el amor por la vida. Hoy tenemos que ser muy solidarios y compulsivamente limpios, incluyendo el más querido del hogar: nuestra mascota.
2) Controle sus miedos. Estos días están marcados por la ansiedad y la incertidumbre. Cuando sentimos temor nos invade un sentimiento indefinido de inseguridad que se nos puede volver desproporcional, generando estados de pánico. Recuerde que esto no es el fin: es una pandemia que será controlada. Si usted se controla manteniendo una actitud cooperadora y siguiendo las instrucciones de los expertos, está haciendo lo mejor.
3) Aprender a comunicarse y no agredir al congénere. En aislamientos compartidos hay que aprender a dejar el combate. Este es el momento de revalorizar el amor hacia su pareja, volver a la intimidad perdida, y, si hay diferencias, conversando podemos arreglarlo todo.
4) Si es un solitario soltero, cásese. Un psiquiatra definió el matrimonio como la institución donde los que están fuera quieren entrar, y los que están dentro quieren salir. En estos días de aislamiento es valioso tener una pareja con quien compartir. La carne es el don primario de la vida. Es el cuerpo el que nos permite dar y recibir. Hoy, cuando necesitamos mucha solidaridad y apoyo, si tienes una pareja, estás aislado, pero no solo.
5) Estar agradecidos por la internet. Gracias a ella muchas de las actividades del mundo pueden continuar. Este invento nos permite seguir trabajando y aprender nuevos espacios de socialización. Aunque no sea natural, internet ha permitido no interrumpir el fluir de la vida.
Por último, estos días de aislamiento social pueden ser un tiempo positivo para reorganizarse. Recuerde que los seres humanos somos los únicos seres con la capacidad de reinventarnos cuantas veces queramos.