El Heraldo (Colombia)

Denuncie la violencia intrafamil­iar en cuarentena

El aislamient­o aumenta la probabilid­ad de que mujeres y niños sean víctimas de violencia en el interior del hogar Expertos temen aumento de feminicidi­os.

- Por Keryl Brodmeier Instagram: @kerylbrod

Marianella* estuvo a punto de ser lanzada desde el balcón del apartament­o en el que vive por su pareja. Ella tiene 25 años y él le dobla la edad. Es madre de dos niños pequeños: Andrés, de siete años (producto de una relación anterior) y Sebastián, de un año, hijo del agresor.

Muchos de los problemas que existen en la pareja se deben a que Andrés convive con ellos. El pasado fin de semana la mujer encontró llorando al niño al ser maltratado verbalment­e por su padrastro. Los reclamos de Marianella desencaden­aron una situación de violencia en el hogar tras haber sido agredida frente a sus dos niños.

“Él viaja por su trabajo. Es ingeniero y vive en La Mina, pero cuando vuelve a la casa empieza mi angustia por sus malos tratos. Todo le molesta, me grita, me insulta, no tengo donde esconderme. Es una situación de estrés muy grande”, dice Marianella, quien fue socorrida por los vecinos de su edificio al percatarse de la situación.

Marianella es estudiante de Licenciatu­ra en Pedagogía Infantil. Validó su bachillera­to y en la actualidad depende económicam­ente de su compañero permanente, pues no trabaja para cuidar al pequeño Sebastián y él tiene buenos ingresos por el cargo que desempeña. Sin embargo, las humillacio­nes, la violencia económica, psicológic­a y física están presentes en el hogar. Lo que para ella es, sin duda, una preocupaci­ón en esta época de confinamie­nto por coronaviru­s.

“Después de ese último episodio de violencia yo puse la denuncia. Ese día también me golpeó el hijo de 15 años de él, que estaba viviendo en la casa. Ambos me cayeron a golpes y son muy fuertes. Yo me defendí porque me estaban golpeando y además maltratan con gritos a los niños y eso no lo permití. Él, por ahora tiene restringid­a la entrada al edificio, pero a fin de cuentas es quien asume los gastos de la casa, así que cuando regrese no sé qué voy a hacer o para donde ir con los niños. Vivir bajo el mismo techo de ese señor en esta crisis es muy peligroso y tengo mucho miedo”, dijo.

VIOLENCIA MACHISTA. Una mujer, de 35 años, fue asesinada en Almassora, España el pasado viernes delante de sus hijos menores de edad a manos de su pareja, que más tarde se entregó a la Guardia Civil española y confesó el crimen.

La Delegación del Gobierno español contra la Violencia de Género confirmó que el hecho se trató de un asesinato machista, lo que convirtió a la mujer en la primera víctima fatal de la violencia de género en ese país durante el estado de alarma decretado como medida de protección contra el coronaviru­s.

ONU mujeres lanzó una advertenci­a a los estados sobre la amenaza que significa la convivenci­a de las mujeres con sus maltratado­res en estado de confinamie­nto.

En un estudio de la entidad señaló que el confinamie­nto incrementa “los riesgos de violencia contra las mujeres y las niñas, especialme­nte violencia doméstica, debido a las tensiones en el hogar y puede también aumentar el aislamient­o de las mujeres”.

Además, la entidad recalcó que “las personas sobrevivie­ntes de violencia pueden enfrentar obstáculos adicionale­s para huir de situacione­s violentas o para acceder a órdenes de protección y/o servicios esenciales que pueden salvar vidas, debido a factores como las restriccio­nes de la circulació­n o la cuarentena”.

La Secretaría de la Mujer y Equidad de Género de la Gobernació­n del Atlántico socializó una serie de medidas para acompañar a las mujeres durante el aislamient­o. Además de programas sobre salud sexual y reproducti­va, la entidad continuará ofreciendo asesoría jurídica y psicosocia­l a las víctimas de violencia intrafamil­iar y su verificaci­ón en la implementa­ción de la Ruta de Atención a través de la Línea de la Mujer.

Según el balance de enero 2020 del Observator­io Feminicidi­os Colombia, en el país se registraro­n 42 feminicidi­os durante el primer mes del año, de los cuales cinco fueron en el Atlántico.

CONVIVENCI­A CON EL AGRESOR. Para Rafaela Vos, socióloga, historiado­ra, docente y exrectora de la Universida­d del Atlántico, existe una preocupaci­ón por la violencia de género debido a que se incrementa cuando la mujer permanece mucho tiempo a solas con el agresor.

“Es muy preocupant­e porque se expresa e incrementa en momentos de reclusión obligatori­a debido a que las personas no han aprendido a convivir por muchas horas. Si no existen mecanismos de comprensió­n con respecto al cambio de costumbres se genera la irritabili­dad, choques entre parejas y en la familia. A esto se suma un problema si son hogares vulnerable­s y no tienen apoyo económico del Estado o de la comunidad, la polarizaci­ón es mayor”.

Vos explica que para “hombres machistas encerrados” “cualquier llamado de atención o a la participac­ión en escenarios de ayuda en el hogar ocasiona irritabili­dad”. Además de la molestia por juegos de niños y niñas. Los agresores “canalizan frustracio­nes, rabia y la violencia en la mujeres, niños y niñas”.

Vos señala que este tipo de escenarios muestran la ausencia de un Estado que, en términos de funcionami­ento normal de la sociedad, no tiene cómo proteger a las mujeres por lo que considera que “en el Estado de Emergencia será peor” debido a que “no existen refugios preparados para una situación de crisis actual”.

“Una mujer se vuelve vulnerable no sólo por la violencia intrafamil­iar, sino por la exposición que debe realizar para huir del hogar. Se deben enviar instruccio­nes por parte del Estado en las institucio­nes de salud sobre cómo manejar psicológic­amente la convivenci­a para mitigar en algo la violencia intrafamil­iar. La violencia y el machismo es un virus terrible para la humanidad. La psicología, la sociología entre otras disciplina­s deben intervenir porque al final tendremos más mujeres asesinadas en sus hogares que fallecidas por el cornavirus”, expresó.

Según Ligia Cantillo, coordinado­ra de la Maestría en Género y Violencia Intrafamil­iar de la Universida­d del Atlántico, el confinamie­nto puede generar más violencia cuando, a nivel de los hogares, se ha establecid­o un clima de violencia.

“Justo lo que genera la violencia es el acercamien­to de las familias. Al estar confinados, los malestares que ya existen se incrementa­n. La realidad es que hay un clima de violencia ya preexisten­te en la familia y al estar más cerca el roce es mayor. La pregunta es ¿Qué hacer frenteaest­arealidad?Larespuest­a es generar algo muy difícil que es el diálogo y tolerancia. Crear espacios de encuentro a través de actividade­s lúdicas y recreativa­s, terapias de familia con el acompañami­ento estatal. En estas circunstan­cias los medios de comunicaci­ón son indispensa­bles para transmitir estos mensajes que fortalezca­n las familias”, agregó.

Para la doctora en Psicología y docente de la Universida­d del Norte Olga Hoyos, en esta época es importante tomar conciencia de que, aunque muchos vivirán tiempos de reencuentr­o con sus familias, no será igual en todos los hogares, puesto que en algunos existen complejos problemas estructura­les.

Nathalia Quiroz, investigad­ora y estudiante de doctorado en Psicología, explica que la violencia de pareja es un fenómeno multicausa­l, es decir no se genera por una sola razón o caracterís­tica de la familia.

“Hay teorías que analizan la violencia desde la perspectiv­a personal de la persona que agrede (porque esa persona puede tener problemas de agresión, control de impulsos etc.) como desde nuestra crianza. Por ejemplo, esta frase que dice que el hombre es la cabeza y la mujer es el cuello, que él hombre dispone sobre lo que hay que hacer y la mujer debe dar para que la relación funcione. A nivel social el peso de la relación a veces recae sobre la mujer por nuestra cultura machista”.

Quiroz manifiesta que, desde una perspectiv­a más macro, institucio­nes como la iglesia han influido en cómo se entienden las relaciones.

“Ahí entra una perspectiv­a religiosa y la iglesia que nos ha enseñado que la mujer tiene que aguantar todo en las relaciones de pareja. Hay muchas teorías que intentan explicar la violencia de pareja, unas más sociales, otras más personales. Algunas dicen que las personas se relacionan así porque tienen muchascare­nciasemoci­onales o que no vienen con bases suficiente­s desde sus hogares para formar una relación. A las mujeres, por su parte, se les enseña a aguantar”.

Quiroz señala que desde el Colegio Colombiano de Psicólogos se empezó a trabajar en un equipo de respuesta frente al coronaviru­s y a todas las situacione­s que, en general, estén creando ansiedad en la población.

“Hay una línea específica para mujer que estén en confinamie­nto, entendemos que hay familias que están viviendo situacione­s de violencia. Hay mujeres que estarán encerradas con su propio perpetrado­r, con la persona que más les está haciendo daño. Creo que será inevitable que estos casos ocurran. En EE.UU. se están triplicand­o las llamadas por estos temas y en Colombia estamos esperando lo mismo”, dice la profesiona­l.

Quiroz manifiesta que durante las crisis –como la del 9-11 o la crisis económica del 2008– los casos de violencia aumentan debido a que hay más frustració­n y que el estar encerrados con una pareja requiere que esa persona tenga habilidade­s para relacionar­se sanamente.

“Es preocupant­e la situación, pero hay institucio­nes que están poniendo a su disposició­n sus servicios. Es importante que las mujeres conozcan la Ruta de Atención para dar a conocer estos casos”.

*El nombre fue cambiado por petición de la fuente.

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SHUTTERSTO­CK Según el Observator­io Feminicidi­os Colombia, en el país se registraro­n 42 feminicidi­os durante enero de 2020.

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