Expatriados del fútbol, entre el aburrimiento y la nostalgia
El coronavirus ha suspendido de manera brutal todas las competiciones, trastocando el día a día de los futbolistas No hay fecha de reanudación.
LONDRES. Seducidos por la promesa de la gloria en las grandes ligas europeas, de estadios llenos y de una vida cómoda, muchos jugadores expatriados se encuentran aislados lejos de sus familias en este periodo de confinamiento para protegerse del nuevo coronavirus.
La pandemia ha suspendido de manera brutal todas las competiciones, trastocando el día a día de los futbolistas, sin perspectivas concretas de reanudación y entrenamientos en solitario como única posibilidad de mantenerse en forma o, en el mejor de los casos, sesiones por videoconferencia con el objetivo de mantener el espíritu de equipo.
“Es una manera de mantener el contacto con unos y otros, de preservar una forma de rutina, porque creo que es importante”, explicó el entrenador del Brighton Graham Potter, que anima una sesión matinal de grupo por vídeo.
“Ellos están lejos de sus familias, les echan de menos, es algo que entendemos. Somos conscientes, pero hemos pensado que es más seguro limitar los desplazamientos internacionales y que se queden en casa por seguridad”, añadió.
El extremo español del Chelsea, Pedro Rodríguez, se vio obligado a aislarse en su domicilio londinense cuando su compañero Callum Hudson-Odoi se convirtió en el primer jugador de la Premier en estar afectado por la enfermedad.
“Es duro no poder ver a mis hijos” que viven en Barcelona, explicó. “Sólo les pido que se queden en casa y que les echo de menos”.
Una de las principales dificultades en esta situación excepcional es ocupar todo ese tiempo libre dejado con la desaparición del fútbol.
“Evidentemente, me aburro un poco.Estoy solo en Turín porque mi familia regresó a Polonia. Duermo mucho”, dijo Szczesny, arquero polaco de la Juventus.
En cambio, para otros jugadores este parón inesperado es bien recibido al permitirles pasar más tiempo en familia, lejos del ritmo frenético de los partidos para los internacionales.
“Es extraño porque habitualmente siempre hay fútbol”, explica el argentino del Sevilla Éver Banega. “Cuando para la Liga, hay partidos internacionales. Incluso en verano, tenemos los partidos de pretemporada”, detalla.
“Te pierdes muchos momentos con tus seres queridos. Ahora se puede decir que lo que más hago es aprovechar el tiempo con mis nenas, con mi mujer, disfrutar de la vida en familia”, explica el argentino.
Y cuando en un futuro por definir se retome la competición, algunos mirarán de una manera diferente el terreno de juego.
“Nos despertamos y no sabemos qué hacer”, lamenta el defensa francés del Celtic Glasgow, Christopher Jullien. “Nos damos cuenta de lo que sería nuestra vida habitual sin el fútbol. Echo de menos el fútbol”, admite.