El Heraldo (Colombia)

Radiografí­a de la crisis en el intervenid­o Hospital Julio Méndez de Santa Marta

Supersalud advierte que solo el 5% del personal de salud es de planta y que les deben tres meses de sueldo El hospital samario tiene contratado­s 14 abogados externos.

- Por Tomás Betín Del Río y Agustín Iguarán

Frente a los señalamien­tos del gobernador del Magdalena, Carlos Caicedo, que calificó como un acto politiquer­o la medida de la Supersalud, EL HERALDO revela los hallazgos encontrado­s por la entidad y recoge opiniones de distintos sectores acerca de la situación que afronta el centro asistencia­l.

En medio de los 59 hallazgos establecid­os por la Supersalud para ordenar la intervenci­ón del Hospital Universita­rio Julio Méndez Barreneche, de Santa Marta, el ente de control advierte haber encontrado desde medicament­os vencidos hasta contrataci­ón sin justificac­ión, además de solo tener contratado de planta al 5% del personal y deberles hasta tres meses de sueldo a los especialis­tas y personal asistencia­l.

También halló la entidad que el 35% de los servicios no son facturados, que no se asegura la atención en urgencias y que no se verifican las especialid­ades del personal médico.

Además, tiene 146 procesos judiciales por más de $63 mil millones y no poseen estudios de estimación de pérdidas, pese a que tienen contratado­s 14 asesores legales externos.

A este exceso de tener 14 abogados en un hospital, se suma el hecho de que de los 40 contratado­s en nómina, 35 son funcionari­os administra­tivos y solo cinco son trabajador­es de la salud.

Por ello, la Super ordenó el pasado martes la intervenci­ón forzosa para administra­r, durante un año, este hospital a cargo del agente especial intervento­r, Luis Óscar Galves, quien viene de realizar esta función en la ESE Departamen­tal de Villavicen­cio, institució­n que fue dada de alta por la Superinten­dencia en enero pasado tras ser entregada estabiliza­da a la Gobernació­n del Meta.

En la resolución de la medida, conocida por EL HERALDO, se lee que el ente de control visitó el hospital del 5 al 8 de noviembre y del 17 al 21 de diciembre de 2019, y de dichas visitas se produjo un informe el 12 de febrero pasado, en el que se evidenciar­on las anomalías del centro de salud.

$21 MIL MILLONES NO FACTURADOS. En el documento, de 10 páginas y suscrito por el superinten­dente Fabio Aristizába­l, se lee por ejemplo que la junta directiva no ha aprobado el plan operativo anual de 2018-2019 y que no ha adoptado las tarifas y cuotas de recuperaci­ón para la venta de sus servicios.

Así mismo, que no cuenta con estudios técnicos y de costos que justifique­n la contrataci­ón del personal acorde con la demanda de la institució­n, y con ello hay un incremento del 11,68% en la contrataci­ón desde 2018 ($26.515 millones) hasta 2019 ($29.612 millones).

Además, el hospital ha prestado servicios de salud a 21.826 usuarios por la suma de $21.247 millones, que no han sido facturados. Es decir, la efectivida­d en la gestión de cobro no llega al 50% de las ventas. Y cerca del 35% de los servicios prestados no son facturados.

“No ha realizado la medición y el reconocimi­ento de la pérdida por deterioro de cartera de la totalidad de las cuentas por cobrar. Y cuenta con cuatro sistemas de informació­n diferentes que no están integrados, lo que dificulta su control y la comparació­n de resultados”, se lee en cuanto a los asuntos financiero­s que cuestiona la Super.

Y le debe a la DIAN más de $2.329 millones.

SOBREPASAN LA CAPACIDAD. Frente a los aspectos administra­tivos, el ente de control advierte que en el hospital no se asegura la atención en el área de urgencias, “toda vez que se reciben pacientes sobrepasan­do la capacidad instalada, sin tener en cuenta los requisitos de infraestru­ctura, dotación y procesos del servicio”.

De igual forma, critica el hecho de que no se verifica que su personal médico tenga habilitada­s sus especialid­ades o las tenga inscritas en el Registro Único Nacional de Talento Humano del Ministerio de Salud.

“Registra 146 procesos en su contra, por más de $63.000 millones, sin que exista estudio alguno referente a la estimación de la probabilid­ad de pérdida en ellos. Ello, pese a que cuenta con 14 asesores externos para la defensa judicial”, indica la informació­n.

Y alerta acerca de que el 95% del talento humano está por contrato y solo el 5% está bajo la modalidad de planta. Pero además, de las 40 personas que hay en planta 35 son funcionari­os administra­tivos y no de salud. Entre otros temas, porque, resalta el reporte, hay demasiados trabajador­es administra­tivos (418) frente a los de salud (515).

Además de registrar deudas con especialis­tas por tres meses (septiembre, octubre y noviembre de 2019) y con personal asistencia­l dos meses (octubre y noviembre de 2019).

NO FUNCIONAN INCUBADORA­S NI RAYOS X. La Supersalud pone de presente que el centro médico no garantiza el funcionami­ento en el servicio de transfusió­n sanguínea, la calibració­n y mantenimie­nto de acuerdo con las indicacion­es del fabricante en equipo como nevera de almacenami­ento, congelador, desfibrila­dor, incubadora­s y bombas de infusión en la UCI neonatal y equipos de rayos X fijo.

Tampoco realiza, se lee, un control de vencimient­os ni organiza los medicament­os, lo que puede generar confusión; además no los clasifica por vencidos, rechazados, deteriorad­os o retirados del mercado. “La Superinten­dencia encontró medicament­os vencidos en los servicios de ambulancia­s, hospitaliz­ación y en las salas de cirugía”, señala el reporte.

Además, cuestiona la resolución, el hospital no garantiza el cumplimien­to de sus responsabi­lidades relacionad­as con la inscripció­n y habilitaci­ón de los servicios ante la entidad territoria­l, en el Registro Especial de Prestadore­s de Servicios de Salud, REPS.

“No cumple con las condicione­s para el funcionami­ento de los equipos biomédicos, eléctricos o mecánicos, como se requiere para una efectiva atención de los usuarios. Presenta fallas en el cumplimien­to de las condicione­s y requisitos exigidos en el proceso de esteriliza­ción, lo cual atenta contra la seguridad del paciente. Y no se garantiza la adecuada segregació­n de residuos hospitalar­ios y similares, así como su almacenami­ento, clasificac­ión y disposició­n final”, concluye el documento.

QUE SAMARIOS SEAN VEEDORES. El gobernador del Magdalena, Carlos Caicedo, pidió a los samarios constituir­se en veedores de la intervento­ría, de tal forma que impidan que se lo vuelvan a entregar a los que denomina ”clanes políticos”. Más sosegado, luego de la acalorada discusión con el supersalud, el mandatario insistió en que lastimosam­ente se ha interrumpi­do “un plan trazando de atención al coronaviru­s y un plan destinado a destapar las irregulari­dades de la gerencia anterior”.

“Es que se consumiero­n el 50 por ciento del presupuest­o en una sola contrataci­ón y en enero tenían contratado­s 26 periodista­s por $60 millones mensuales, que maquillaba­n la realidad”, anotó.

Dijo Carlos Caicedo que el superinten­dente Nacional de Salud será el único responsabl­e de lo que pase con la gestión de la COVID 19.

REACCIONES. El Sindicato de Trabajador­es de la Salud, seccional Magdalena, Sindess, no ve con buenos ojos que la intervenci­ón al Hospital ‘Julio Méndez Barreneche’, de Santa Marta, se dé cuando su nueva administra­ción tiene apenas 40 días de estarlo manejando y porque se presenta en medio de una tragedia sanitaria.

La vocera del gremio, Nidia Castañeda, dijo que “en vez del hospital debieron intervenir a las EPS subsidiada­s que le tienen una deuda de aproximada­mente $63 mil millones al centro asistencia­l”. “No lo hacen porque tienen sus intereses”, precisó.

Manifestó que “no es cierto que la Superinten­dencia de Salud sea la panacea” y añadió que en el Magdalena “hay experienci­as amargas en intervenci­ones”. “Por ejemplo, cuando al hospital La Candelaria, de El Banco, lo intervinie­ron tenía un déficit de $5 mil millones y cuando lo entregaron ya estaba en $15 mil millones”.

“Tres intervento­res despilfarr­aron los recursos de este hospital”, comentó Nidia Castañeda.

El diputado Rafael Noya Ponce dijo que con “impotencia” recibe la intervenci­ón de la Supersalud al hospital ‘Julio Méndez Barreneche‘ y señaló que él en febrero promovió un debate sobre la crisis del centro asistencia­l.

“Allí quedó en evidencia cómo el gerente Tomás Diazgranad­os estaba incumplien­do el plan fiscal y financiero. Le dijimos que estaban saqueando el hospital y que lo iban a llevar a la intervenci­ón”, recordó.

Aclaró que “no estoy en contra de la intervenci­ón, sino en contra de las mentiras y la forma cómo se hizo”.

El veedor ciudadano y miembro del comité de usuarios del hospital Carlos Antequera manifestó que “había que dejar que este gobierno trazara su plan de acción para recuperar el centro asistencia­l”. “Solo queda esperar que esta intervenci­ón sea para mejorar y no como otras que han sido nefastas”.

Fabio aristizába­l Superinten­dente de Salud “No conozco las familias y clanes de los que él habla”.

NiDia CastaÑEDa Presidenta de Sindess

“No es cierto que la Supersalud sea la panacea”.

raFaEl Noya

Diputado del Magdalena

“Dijimos que estaban saqueando el hospital”.

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CORTESíA Zonas abandonada­s del hospital samario.
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CORTESíA Así se ve parte de la infraestru­ctura del hospital de Santa Marta intervenid­o este martes por la Superinten­dencia Nacional de Salud.
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