Destrucción de los ecosistemas es la principal culpable del COVID-19
Exploradores de National Geographic hacen la advertencia.
WASHINGTON. Ni el pangolín ni un laboratorio chino, la creciente destrucción de los ecosistemas es la principal culpable del COVID-19, al haber aumentado la interacción humana con animales salvajes portadores del nuevo virus, y la principal vacuna es proteger la naturaleza, alertaron este miércoles exploradores de la National Geographic Society.
“Perturbamos los ecosistemas y, mientras lo hacemos, zarandeamos los virus para que caigan del árbol”, dijo el divulgador científico David Quammen, que participó junto al biólogo marino español Enric Sala en una conferencia virtual auspiciada por la organización Campaign for Nature.
Y es que los patrones de consumo de los habitantes del planeta afectan la incidencia del ser humano en el medioambiente y el consiguiente contacto con especies salvajes portadoras de patógenos. “Esta situación viene de decisiones que todos hacemos, esto no va de gente en China que quiere comer pangolín”, expuso Quammen.
Por ejemplo, una decisión tan cotidiana como sustituir un móvil u ordenador portátil pasado de moda puede propiciar la aparición de nuevos virus.
O al menos así lo ve este escritor, quien explicó que esos aparatos tecnológicos requieren de cobalto, un mineral muy escaso que se obtiene en minas que están proliferando en países como República Democrática del Congo para poder responder a la creciente demanda, lo que lleva a los mineros a estar en contacto con animales otrora ajenos al hombre y a alimentarse de ellos.
En ese sentido, Quammen invitó a ser más consecuentes en nuestras decisiones, siendo las de mayor impacto la frecuencia con la que se viaja, cuántos hijos se decide tener y qué se come. EFE