La estigmatización, la otra cara de la pandemia
Expertos coinciden en que la desinformación es el punto de partida de los señalamientos En este caso desconocen el comportamiento del virus.
El virus de la COVID-19, que ha desatado una emergencia sanitaria a nivel mundial, se ha convertido en un peligro para la salud de quienes la padecen, pero también en un riesgo para la seguridad de los pacientes y sus familias, debido a las amenazas y agresiones en su contra.
Este medio ha recibido varios reportes de personas en Barranquilla y el Atlántico en los que ponen de manifiesto la situación que les ha tocado vivir a raíz de que un pariente ha dado positivo o que esté inmerso en un proceso de diagnóstico, sin contar aquellas que han tenido que abandonar sus hogares porque un familiar ha fallecido a causa del virus.
“Mi hermano dio positivo al virus y varios vecinos agarraron la casa a piedras, como un medio de presión para que abandone el barrio y se vaya a otro lugar”, dijo una mujer habitante de Sananagrande.
También se han reseñado episodios en los que el personal médico ha recibido amenazas en sus hogares, solo por estar en la primera línea de batalla frente al virus.
Esta semana Christian Daes, director operativo de Tecnoglass (COO), expuso en su cuenta de Twitter la situación de un trabajador de la compañía que dio positivo para el virus y la estigmatización de la que ha sido víctima.
“Carlos dio positivo. Su casa la atacaron. Lo amenazaron. Sus compañeros de puesto por seguridad todos fueron testeados y dieron negativo. Aquí somos una familia. Nadie está solo. Nadie es uno más!!! #DeEstaSalimosJuntos”, manifestó Daes en la red social.
Para Janiel Melamed, director del Observatorio de Seguridad Ciudadana y experto en seguridad, la situación es “preocupante”, debido a que es una manifestación reiterativa que se ha evidenciado en los últimos días.
“Es entendible el hecho de que las personas quieran guardar una distancia alrededor de las personas que han contraído el virus, de algún familiar o del personal médico, pero no es admisible que este deseo de distanciamiento promueva la hostilidad física, la agresión y el hostigamiento como una forma de protesta que intenta ser justificada”, expone Melamed.
El experto señala que a las personas no se les puede “desterrar” o aplicar “el ostracismo medieval” como método válido, debido a que esas prácticas fueron usadas en el pasado sobre aquellas personas que eran vistas como una amenaza o un peligro para el núcleo social
“Estos ataques tienen varios factores, como la falta de educación y el desborde de la frustración de las personas que han visto alteradas sus rutinas y el riesgo de perder el bienestar social, patrimonial y económico en sus vidas. Todos esos factores confluyen y elevan el nivel de estrés en las personas”, explica el experto.
Pero una falta de comprensión por lo que realmente está pasando con el virus también puede generar esta situación de estigmatización”, señala Malamed.
“Las personas están consumiendo mucha información en torno a la pandemia y se consiguen la mayoría de las veces con noticias negativas, y eso podría explicar de algún modo las posturas de violencia y agresividad”, dice.
FALTA DE INFORMACIÓN. Jair Vega, sociólogo y docente del Programa de Comunicación Social de la Universidad del Norte, coincide con Janiel Melamed en que la estigmatización es producto de la desinformación, porque no tienen claridad de cómo es el comportamiento del virus.
“El estigma se crea cuando la información no está llegando de manera correcta, en este caso las personas no tienen claro cómo se transmite el virus y ven a los portadores como una amenaza”, señala el sociólogo.
Vega expone que finalmente las personas que entienden las medidas de prevención y cuidado son las que tienen la capacidad de inferir que la otra persona no es un peligro ni representa algo negativo.
“En las zonas donde no hay suficiente información y claridad hay temor, y la respuesta es el estigma y la agresión”, agrega el experto.
Vega manifiesta que hay que idear estrategias de comunicación que permitan llegar a las personas que no están conectadas para que tengan “toda la claridad”.
“Las campañas de prevención deben incluir un componente para la estigamatización, para que así las personas manejen en conjunto toda la información necesaria que los lleve a emitir comportamientos acordes con la situación”, señala Vega.
Los diferentes gremios y expertos coinciden en que las herramientas que deben primar durante esta emergencia en los diferentes sectores son la solidaridad, la empatía y la tolerancia, ya que en definitiva se convierten “en el mejor antídoto” para superar, como sociedad, los efectos que trae consigo la pandemia.