Aprendiendo una nueva realidad
A los maestros nos tocó desaprender y enseñar en medio de una nueva realidad. Un día parecía que todo iba bien. Nos dormimos planeando la jornada siguiente y despertamos envueltos en una inesperada realidad.
Yo ya no tenía que tomar un bus y viajar una hora y más para llegar a trabajar a mi escuela. Ahora mi salón de clases es un aparato a través del cual me imagino el rostro de mis muchachos. Mi horario académico ahora tiene 12 horas y a veces más, oscila entre preguntas, quejas, reclamos, preparación de talleres, revisión de mensajes, cocina, aseo y cuidados del hogar.
Hoy cuando más distante estoy de mis alumnos, más los conozco. Ahora he podido conversar con cada uno de ellos y los chats se convirtieron casi en confesionarios de muchos de ellos, pues al no estar frente a frente se volvieron más valientes para hablar.
Ahora ya no importa tanto una nota, son más valiosos la serenidad, la paciencia y la solidaridad. El tiempo avanza y las nuevas actividades se van haciendo hábitos, las imágenes de nuestro entorno se nos antojan nostálgicas, la angustia se va convirtiendo en esperanza…
Ser maestro ahora tiene otra connotación, Ser maestro en la distancia social.
Felicitaciones a todos los maestros de Colombia por su valor y paciencia, especialmente a los maestros de mi querida institución, Julio Pantoja Maldonado de Baranoa en su día. ¡Adelante Pantojista!
Lic. Mónica Zárate Hernandez Docente.