Educando con la familia
Estar todos bajo un mismo techo sin poder salir de casa obliga a que haya más interacción entre padres e hijos. Andrea Simmonds, profesora de Kinderkrippe 4, del Kindergarten del Colegio Alemán, ha diseñado junto a su equipo de trabajo métodos que involucren a los adultos de primera mano en el proceso de educación de los niños. “Hay papás que tienen el tiempo para acompañar a sus hijos y por eso se han fortalecido relaciones”. La docente agrega que teniendo en cuenta el interés de cada familia en involucrarse se han desarrollado planes para trabajar en equipo. “Trabajamos a través de una plataforma de Microsoft llamada Team que en encuentros virtuales de media hora nos permita desarrollar actividades como juegos, cuentos, recetas, semejanzas y diferencias, para que los niños se sientan que están jugando y este nuevo panorama no les afecte mayormente su aprendizaje”. Simmonds asegura que es importante estar pendiente de las emociones de los niños y por ello trabaja con ellos leyendo el libro
El Monstruo de Colores que les permite a los niños identificar cómo se sienten. “Muchos de ellos aseguran que les ha gustado estar más en casa porque ven más a sus papás y tienen tiempo para jugar con sus hermanos”, dice. “Esto ha servido para rescatar valores dentro de la familia”, agrega. Uno de los grandes retos a los que se ha tenido que enfrentar Andrea Simmonds como docente es encontrar el balance entre su vida laboral y personal, pues mientras les da el ciento por ciento a sus estudiantes y a los papás para explicarles las actividades de los hijos, tiene seis meses de embarazo y debe también compartir tiempo con su esposo y su pequeña de dos años. “Me ha ayudado respetar los mismos horarios laborales que tenía antes de la pandemia para poder de alguna manera encontrar el balance”.