Habla el descubridor de murciélagos en Colombia
El postdoctor en Biología Evolutiva y Sistemática hace una radiografía de este mamífero y su importante tarea en los ecosistemas. Colombia posee la mayor variedad de quirópteros.
Hugo Mantilla Meluk no quiere ser Bruno Díaz, pero conoce muy bien a los murciélagos. En más de 20 años de estudios de los quirópteros y sin necesidad de vivir en una ‘baticueva’ ha descubierto cuatro especies de ellos.
Afirma que su interés por estos mamíferos, los únicos que vuelan, nació de sus ganas de comprender los procesos que están detrás de la explicación del “fenómeno de la diversidad”, conocer por qué se da la vida en diferentes maneras.
Para este postdoctor en Biología Evolutiva y Sistemática de la Universidad Tecnológica de Texas, EE.UU., el mejor modelo para este estudio han sido los murciélagos. Explica que dentro de los mamíferos representan el grupo que más especies ha producido a lo largo de su vida evolutiva.
En diálogo con EL HERALDO, el quiropterólogo explica porque este animal puede ser clave para enfrentar la crisis generada por la COVID-19 y futuras epidemias que tenga que afrontar la humanidad.
P ¿Por qué considera tan importante estudiar el sistema inmune de los murciélagos para hallar una respuesta ante lo que sucede con el SARSCoV-2?
R El sistema inmune de los murciélagos es el más fuerte. Ya resolvió hace millones de años el problema de que le caigan virus novedosos. Nosotros, como hemos demostrado, no estábamos preparados para esto. Los murciélagos sí, a pesar de que este virus no sea relacionado directamente con ellos. Se está hablando de otros mamíferos.
P Entonces ¿qué papel juegan los quirópteros en toda esta situación?
R Al murciélago llega el virus y por eso es importante estudiarlo, pero el SARSCoV-2 se generó, parece, en otro organismo. Unos dicen que en un pangolín, otros que en una especie de gato que vive en Asía, hay quienes afirman que en una culebra, pero a través de toda esta relación trófica y sobre todo de la dieta de insectos que toca a todos estos organismos, llega al murciélago. A nosotros nos interesa mantener a los murciélagos vivos porque ahí están las pistas que nos van a sacar de este lío y de las futuras pandemias que vengan. Esta no es la última, esta es una que nos ha agobiado seriamente, pero puede haber peores, entonces nos interesa en este instante estudiar a los murciélagos que ya resolvieron ese lío.
P ¿Cómo lo resolvieron?
R Estos mamíferos establecen diferentes vínculos de flujo de información. Pensemos en esto: el virus es un pedazo de información como el que le cae a un computador o un teléfono. Los murciélagos saben cómo resetearse y no permitir que el virus los afecte, entonces nosotros necesitamos decodificar o traducir qué es lo que hacen y esto se logra con investigaciones de diferente tipo. Primero debemos saber cuántos son, dónde están, qué cosas diferentes hacen y luego hacer investigaciones más específicas de cómo reaccionan frente a determinado tipo de afecciones ya sean virales o parasitarias.
P Siendo así ¿cuántas especies de murciélago hay en Colombia?
R Colombia es el país que más especies de murciélagos tiene en el mundo. De más de 1.400 especies reconocidas para el planeta, el país tiene 209 especies de quirópteros.
Ese número es creciente porque depende del conocimiento que tenemos acerca de estos organismos, entonces aparecen nuevas especies.
En este momento, hay varias que están en revisión en la literatura científica para ser confirmadas como nuevas especies para la ciencia. Hay otras que hemos ido encontrando que ya sabíamos que existían en países vecinos, pero hasta ahora se da la documentación y el registro en Colombia.
P ¿Y en el Caribe?
R Es una pregunta muy compleja porque no hemos hecho la tarea formal de sumar todos los murciélagos que hay en esa región, de hecho, no tenemos una definición clara de los límites de lo que es el Caribe.
Para algunos autores se incluyen los valles interandinos de los ríos Cauca y Magdalena, para otros la parte norte del Chocó y esto nos lleva a que no haya un consenso sobre cuál es el límite y las especies que tenemos allí. Pero sí nos da una pista de que es una región muy diversa justamente por la cercanía en vecindad que hay con ambientes tan contrastantes.
Al norte con las Islas de las Antillas, al suroriente con los llanos orientales, en la parte sur con toda la zona andina y todos los valles interandinos, al occidente con el Chocó biogeográfico que es súper húmedo, mientras al nororiente se tiene a los bosques xerofíticos y los ambientes semidesérticos de La Guajira y tenemos una conexión muy importante con Centroamérica.
Entonces, cada una de estas regiones encierra muchos ecosistemas que son muy variados y aportan especies diferentes, lo que indica que el Caribe puede tener las mismas especies que cualquier otra región de Colombia.
P ¿Qué papel juegan los murciélagos en los ecosistemas?
R Cumplen funciones de regulación y son muy importantes para darnos información, son bioindicadores.
P ¿En qué procesos participan directamente?
R En el Caribe tenemos murciélagos que son nectarívoros, es decir, se alimentan del néctar de las flores, por ejemplo, de los cardones. Dicho extracto que se desborda de las flores es utilizado por los murciélagos y en esa tarea cumplen la función de polinización que es el segundo proceso más importante para el mantenimiento de la vida en este planeta, después de la fotosíntesis, eso quiere decir que si no hubiese polinización no habría vida.
Hay especies que se alimentan de frutos y se tragan las semillas de muchas de estas, en ese sentido resiembran nuevas áreas de bosques. Es una tarea que han realizado desde hace 50 millones de años, bombardeando a través de sus heces toneladas de simientes en este planeta.
Además cumplen una función de regulación biológica de poblaciones que pueden convertirse en plagas. Consumen poblaciones de mosquitos que nos pueden transmitir enfermedades como el dengue, el chikunguña o el zika.
P ¿Cuántos insectos pueden llegar a consumir?
R En una noche una colonia de murciélagos puede comerse toneladas de insectos. Cada uno puede ser capaz de consumir su propio peso en insectos.
Justamente por esa relación que hay tan estrecha entre murciélagos y mosquitos es que se les ha asociado con el hecho de ser reservorios de algunas enfermedades y virus.
Por ejemplo, un mosquito que se la pasa picando diferentes organismos en un bosque como un mono, una tortuga o un puma, colecta esas muestras de sangre y en ellas van contenidos virus y parásitos. ¿Quién se come los mosquitos?: los murciélagos. Por eso estos mamíferos han desarrollado un sistema inmune muy fuerte.
P ¿Qué pasa entonces con los virus?
R Pensémoslo así, los virus están dentro de cada organismo, si salen de los organismos vivos se desbaratan, ellos (los virus) no están vivos, se pueden desbaratar, se deshacen cuando salen del cuerpo. Por ejemplo, para el SARS-CoV-2 que nos tiene tan agobiados, le dicen a la gente que ese virus puede durar afuera hasta dos horas o dos días, pero más allá no vive, eso quiere decir que está dentro de nosotros.
P ¿Qué reflexión nos deja toda esta situación que estamos viviendo entonces?
R No le hemos prestado suficiente atención al lenguaje que nos permite entender a la naturaleza, la ciencia. Hemos estado tan preocupados por otro tipo de cosas que son importantes pero que no nos permiten resolver problemas prácticos de una manera segura, verificada y reproducible en los tiempos en que necesitamos hacerlo.
Este virus no se generó en un laboratorio, se generó porque todos afectamos la naturaleza desde las cosas más cotidianas. ¿Qué agua nos tomamos? ¿Dónde estamos viviendo? ¿Cómo era ese sitio antes que llegáramos los humanos a habitarlo? Y esas afectaciones en conjunto han generado un enorme desequilibrio y de ese desequilibrio se desencadenó esta pandemia.
La persecución contra cualquier especie de la naturaleza no tiene sino malas consecuencias.
La naturaleza nos ha demostrado siempre que es más fuerte que nosotros y como me decía un amigo también biólogo quiropterólogo “si nosotros nos ponemos demasiado irreverentes con ella (la naturaleza) y no la respetamos, entonces estamos demostrando que aquí sobramos y nos saca, no tiene inconveniente en excluirnos de este partido”.
Ponerse uno a desequilibrar a la naturaleza solo puede resultar en últimas, y a veces más temprano que tarde, en que estemos comprometiendo nuestra propia vida.