A Cuchilla de Villate y la Bendición de Dios los persigue el desplazamiento y la violencia
Cuchilla de Villate y La Bendición Dios son unos de esos barrios que guardan en sus historias el desplazamiento y la violencia. Chuchilla de Villate, ubicado en el suroccidente de la ciudad, es uno de los que fue invadido por personas desplazadas. Carlos Pérez, quien lo ha vivido por más de 30 años, explicaba que –inicialmente– solo existía el barrio Villate, pero con el pasar de los años comenzaron a llegar campesinos desplazados, quienes comenzaron a construir casas.
“Las casas las comenzaron a hacer de ‘palo’, pero después las fueron levantando con ladrillos”, dijo. Contó que el sector debe su nombre a que entre las manzanas o cuadras había calles internas “como pequeñas cuchillas” que daban hacia la entrada a las viviendas. Olga Ávila aseguró que se presentan muchos atracos en moto y que los delincuentes se aprovechan de los estudiantes para incentivarlos a consumir e incluso vender estupefacientes. La Bendición de Dios es uno de los barrios más recientes de invasión (en 2003) caracterizado por la tenebrosa ‘casa de pique’ y la pobreza que los persigue. Las casas son de madera, las calles son destapadas y el cableado eléctrico –a simple vista– se nota que es realizado de manera artesanal e ilegal. Carmen Rodríguez aseguró que el nombre del barrio lo propuso ella en 2004, porque la carretilla donde colocaba las frutas para vender en el centro de Barranquilla se llamaba ‘La Bendición’ y que las personas que también vivían allí “no pusieron ningún pero”.