El drama de un alcalde por culpa del coronavirus
Ayer le confirmaron que su padre sí murió de coronavirus. Él dio positivo y está aislado en medio de la emergencia.
SANTA MARTA. Fabián Obispo Borja, alcalde de Puebloviejo, el municipio del Magdalena que en los últimos días ha sido noticia nacional por los 96 casos de la COVID-19 y las 8 muertes registradas por el virus , confesó que en “carne propia” está viviendo esta pandemia. El INS le confirmó ayer que su padre murió hace 13 días a causa del virus y que él – en riguroso aislamiento – está a la espera del resultado de su prueba.
El mandatario, quien no ha dejado de seguir dando directrices desde su casa y que confía en que la otra semana esté despachando desde su oficina, manifestó que la muerte de su padre, Genaro Obispo Cahuana, “fue un duro golpe” , que con el paso de los días ha venido asimilando.
“Falleció a los 63 años, el 8 de mayo pasado en la clínica La Milagrosa de Santa Marta, y despedido de este mundo terrenal en el camposanto Jardines de Paz, de esa ciudad”, comentó.
“Por protocolo me hice la prueba y estoy esperando mi resultado, pero me mantengo en aislamiento preventivo… que sea lo que Dios quiera”, indicó. Obispo expresó su preocupación por el creciente número de casos y especialmente por los fallecimientos en su territorio. “Ya firmamos un contrato con la Funeraria El Carmen para la población vulnerable que no tiene acceso a los servicios mortuorios”. “Se construirán en los cementerios de la cabecera municipal y en el del corregimiento Isla del Rosario”, precisó.
En la primera fase serán 30 las bóvedas en el cementerio local. “Tengamos calma, tranquilidad, debemos hacer causa común para hacerle frente a este virus que ha trastocado el municipio; es un momento amargo, nos hemos llenado de miedo y temor pero es el momento para sacar lo mejor de nosotros como puebloviejeros”, enfatizó.
Insistió en la necesidad de contar con la ayuda nacional ante la crisis por el coronavirus y especialmente mirar con detalles la prestación del servicio de salud, pues el hospital carece de muchas cosas y solo tiene 6 camas.
“Es de primer nivel, no tiene una área para atención de la COVID-19, aquí no hay camas UCI; es prácticamente una urgencia, de tal forma que si se requiere de un traslado por atender una enfermedad más compleja, el paciente se remite al hospital de Ciénaga, que es de segundo nivel o al de Santa Marta”, anotó.
Pidió con urgencia elementos de protección y de bioseguridad, al igual que hospitales de campaña.
El presupuesto del municipio para el 2020 es de $26 mil 495 millones, de los cuales el 70 por ciento se va para el régimen subsidiado (salud), que son $18.957 millones. Los pasivos del ente territorial son de $1.500 millones.
El 87 por ciento de su población se encuentra en pobreza absoluta y el índice de necesidades básicas insatisfechas es de 44.8 por ciento y del 70 por ciento en los pueblos palafitos, es decir, los que están dentro de la Ciénaga Grande. El hacinamiento y el calor, los cortes de energía y el desabastecimiento de agua, suman para hacer más dramática la situación de este municipio del Magdalena.