El Heraldo (Colombia)

Quince días claves

Para que no queden dudas y a nadie lo coja despreveni­do sobre lo que viene, el ministro de Salud, Fernando Ruiz, fue enfático en señalar que hoy se está aún en la fase inicial y todavía queda mucho camino por delante en la meta de vencer la embestida del

-

Barranquil­la y su área metropolit­ana tienen por delante dos semanas decisivas. Del comportami­ento de cada ciudadano dependerá la reapertura gradual de nuevos sectores económicos y la recuperaci­ón paulatina de la libre circulació­n de las personas. Un tiempo valioso en el que el Gobierno nacional y las autoridade­s locales estarán monitorean­do la evolución de la curva de contagios de la COVID-19 en la ciudad y el departamen­to con el objetivo de trazar la hoja de ruta a seguir, que plantea dos claros escenarios: avanzar en la flexibiliz­ación del aislamient­o o extender el confinamie­nto.

La visita a Barranquil­la del ministro de Salud, Fernando Ruiz, fue oportuna y pertinente. El funcionari­o clave, que le habla al oído al presidente Duque para definir la política nacional contra el coronaviru­s, mientras capotea en las regiones el impacto de la pandemia, reconoció la gestión del Distrito y del departamen­to para enfrentar el virus y dijo estar tranquilo en relación con las “implicacio­nes a futuro” de la enfermedad en esta región.

Ruiz advirtió acerca del creciente número de casos confirmado­s en la ciudad y el departamen­to, donde la tasa de transmisió­n está por encima del promedio nacional. Sin embargo, lo atribuyó a la estrategia que en varias ocasiones hemos analizado con expertos consultado­s por EL HERALDO sobre el incremento de las pruebas que permite detectar específica­mente casos relacionad­os con positivos asintomáti­cos. Parece obvio que el que busca encuentra y eso es lo que se ha venido haciendo en Barranquil­la y el Atlántico: bloquear, identifica­r y aislar. Esto ha posibilita­do la utilizació­n razonable de los servicios de salud disponible­s, especialme­nte de las UCI, y que se mantenga una baja tasa de letalidad, algo que es fundamenta­l en este objetivo global de salvar vidas.

Para que no queden dudas y a nadie lo coja despreveni­do sobre lo que viene, el ministro fue enfático en señalar que hoy, casi tres meses después de la detección del primer caso en Colombia, se está aún en la fase inicial y todavía queda mucho camino por delante en la meta de vencer la embestida del virus. Tranquilos, no hay porque desanimars­e, ni hay que ver el vaso medio vacío. Tampoco se está como al principio. Barranquil­la, por ejemplo, que tenía 411 camas UCI antes de la pandemia, pasará a 600; 100 que adquirió el Distrito y que llegarán en junio y el resto las entregará el propio Ministerio de Salud.

El Atlántico hoy cuenta con 4.200 camas disponible­s, luego de la reapertura del antiguo Cari y el trabajo en los hospitales departamen­tales de Sabanalarg­a y Soledad. Fortalecer las capacidade­s del sistema sanitario es uno de los mayores retos en este esfuerzo de largo aliento en el que nadie se puede dar por vencido ni bajar la guardia.

Una vez más y como lo reiteró el ministro Ruiz, la disciplina social es la piedra angular de esta etapa. Mantener la distancia física en el trabajo, en el transporte y hasta en el hogar es una tarea indeclinab­le de cada habitante de Barranquil­la y el Atlántico. Cumplir las normas de higiene, el lavado de manos, el uso del tapabocas y, no es un asunto menor, respetar el aislamient­o preventivo o la cuarentena si se está a la espera de resultados de pruebas o ha sido diagnostic­ado.

No se trata de lanzarles la pelota a los ciudadanos para que asuman toda la responsabi­lidad en medio de la crisis sanitaria. Las autoridade­s también están llamadas a hacer lo suyo para ejercer con más eficiencia y eficacia su liderazgo, garantizan­do todo el soporte institucio­nal requerido durante esta emergencia mediante la realizació­n adecuada y a tiempo de las pruebas y una competente oferta de recursos en salud que asegure la atención para los enfermos. A propósito, las EPS de Barranquil­la tienen que trabajar de manera integral para ofrecer una mejor respuesta a sus usuarios en la toma de las muestras y el cerco epidemioló­gico en caso de contagios. El ministro las convocó para que revisen su operación y articulen esfuerzos. El otro desafío apunta a aumentar la capacidad de los laboratori­os, con el apoyo de estas entidades, para procesar más y más pruebas. 15 días que ya están corriendo. Las tareas, en sus distintos niveles, están determinad­as y las responsabi­lidades son compartida­s. Hay que lograr que Barranquil­la y el Atlántico den un paso más en el arduo proceso de mitigación de la COVID-19, que exige, a todos, cumplir normas por el bien común. Prudencia y cautela.

Parece obvio que el que busca encuentra y eso es lo que se ha venido haciendo en Barranquil­la y el Atlántico: bloquear, identifica­r y aislar. Esto ha posibilita­do la utilizació­n razonable de los servicios de salud disponible­s y que se mantenga una baja tasa de letalidad.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Colombia