Corte ratifica condena a Merlano y la rebaja a 11 años
Pide a la Procuraduría que investigue la mesa del Senado por reemplazar a Merlano.
BOGOTÁ. La Corte Suprema de Justicia informó este viernes que en segunda instancia le rebajó la condena a la excongresista Aida Merlano, del Partido Conservador, de 15 a 11 años y cuatro meses, por los delitos de corrupción al sufragante, concierto para delinquir y porte o tenencia ilegal de armas de fuego de defensa personal.
La Sala de Casación Penal reduce en 44 la pena de 180 meses de prisión impuesta en primera instancia a Merlano Rebolledo. Le redujo en siete meses la sanción del porte ilegal de armas, explicó, “porque su riesgo se redujo a la sede política”.
Y le bajó en 21 y 16 meses las sanciones por concierto para delinquir agravado y corrupción al sufragante, “porque no existen pruebas ni certeza de que la exrepresentante hubiera empleado el mismo sistema de corrupción en elecciones anteriores a la de 2018 (2014 y 2015)”.
Apunta el alto tribunal al respecto que “la libertad política es un derecho inalienable de los ciudadanos para elegir el modelo de democracia, que es en nuestro caso representativa y participativa. Eso implica que el voto es una expresión de la soberanía, y que los titulares de los poderes públicos lo ejercen en virtud de la voluntad ciudadana. Por lo tanto, ese diálogo no termina el día de elecciones: la democracia constitucional garantiza el derecho a controlar el ejercicio del poder, facultad que se resigna cuando la elección no es voluntaria sino comprada”.
La Corte agrega en su providencia que “quien abdica de su derecho a elegir libremente por necesidad, ambición o por cualquier otra razón igualmente inaceptable a cambio de una dádiva, declina su autonomía ética y la posibilidad de generar un diálogo colectivo acerca del Estado y la democracia como propuesta para la vida individual y colectiva, un asunto esencialmente público que quien corrompe al sufragante lo asume como una cuestión privada que deriva en una democracia en sospecha”.
Para el alto tribunal, la excongresista “torció la voluntad del sufragante y consiguió una elección ilegítima en 2018. Lo que se evidencia, entre otros descubrimientos, en el video que registra su enfado hacia el patrocinador de su campaña y promotor de sus ambiciones (Julio Gerleín Echevarría), por no entregarle la suma ofrecida para sobornar al elector”.
Además, en la decisión de segunda instancia, la Sala de Casación Penal remite la sentencia a la Mesa Directiva del Senado de la República para que aplique la silla vacía a la curul de la condenada Merlano.
Y expide copias a la Procuraduría para que investigue “la posible omisión de hacer efectiva esta figura cuando fue capturada la electa senadora”.