¿Olvidamos la lección?
En 1992, bajo el gobierno del presidente Gaviria, se presentó una crisis energética en el país y como consecuencia de ello, el racionamiento de energía más recordado por los colombianos ¿Estamos cerca de que se repita?
El suceso de ese año 92, tuvo un impacto significativo en las diversas actividades socioeconómicas; como parte de las medidas del Gobierno, se decidió adelantar una hora el reloj en el país, con el fin de aprovechar más la luz del sol y así reducir en algo el consumo energético.
La condición extrema despertó mayor interés en términos de la influencia notoria de los fenómenos de variabilidad climática en el sector, pues en buena parte el “apagón” obedeció a la presencia del fenómeno El Niño en el océano Pacífico tropical, con las repercusiones que suele dejar para el país en términos de déficit de lluvias.
Es importante mencionar que siendo un Niño moderado, además de esa incidencia natural reflejada en menos lluvias, se sumaron algunas acciones para tener un escenarioquefinalmentenosllevó al racionamiento de energía.
A partir de ello, los análisis mensuales del IDEAM frente a la probabilidad Niño/Niña empezaron a tener un espacio en el Consejo Nacional de Operación del sector eléctrico y unos años después, en la Comisión Asesora de Coordinación y Seguimiento a la Situación Energética del país, liderada por el Ministerio de Minas y Energía.
Dicho acompañamiento fue clave para operar sin restricción ante fenómenos fuertes como lo fueron El Niño 1997-1998 y El Niño 20152016, reconocidos como los más fuertes de la historia; éste último, con una influencia notoria, que causó que muchos cursos de agua literalmente quedaran secos.
En el presente año nos hemos visto abocados a un déficit de lluvia, sin existir una condición Niño como las referidas. La temporada de lluvia, que suele tener su pico en abril y mayo para los departamentos andinos, no se consolidó y finalmente los embalses no lograron recuperarse después de pasar la temporada seca de final (2019) y comienzo de año (2020).
Hace 28 años vivimos la dura experiencia de un racionamiento. A hoy el nivel de los embalses ha llevado a la ministra de Minas y Energía, María Fernanda Suárez, a señalar que por ahora Colombia no tenga un riesgo de apagón, pero con la predicción de IDEAM para junio y julio podrían caer aún más. Adicionalmente señaló: “si los embalses continúan bajitos eso nos pondría en riesgo de racionamiento en el verano 2021”, refiriéndose al comienzo del próximo año. Sin embargo, es un poco distante dicha proyección.
De momento hay que dejar claro, que no vamos hacia un Niño como se ha dicho en algunos medios, de hecho es mucho más probable una
Niña hacia el último trimestre de 2020, lo que sugeriría de momento, una segunda temporada de lluvias reforzada por los efectos de ese posible fenómeno.
Por ahora será vital hacer seguimiento semanal a la evolución de los embalses, junto con el pronóstico del IDEAM y los resultados de los acumulados de lluvia en las cuencas abastecedoras, incluyendo los datos meteorológicos del sector, pues siempre será importante ponerlos a disposición de los análisis que realiza el IDEAM. Amanecerá y veremos!