¿Renta Básica Universal?
La pandemia ha conseguido que en Colombia se le preste un interés sin precedentes a la Renta Básica Universal cuya discusión avanza vertiginosamente. El centro del debate está menos en términos de cómo sostener este derecho y, más en cuando será el momento para hacerlo. Desde el gobierno se ha dicho Renta Básica, sí, pero no en pandemia.
La denominación Renta Básica Universal indica los elementos que la integran. Una renta, es decir, una suma de dinero en efectivo que el Estado da a cada ciudadano por el solo hecho de existir. Básica pues atiende las necesidades mínimas y debe pagarse de forma regular, no una sola vez o en intervalos impredecibles. Universal porque se otorga a todos sin tomar en consideración su situación laboral, o si se es rico o pobre.
La idea de una renta básica o ingreso básico incondicional es mantener condiciones de vida digna y, brindar una mayor libertad, una real para todos no solo para una minoría feliz. Los beneficiarios alcanzarían mayor autonomía y capacidad de autodeterminación productiva al no tener tan cercano el riesgo de caer en la pobreza si pierden su empleo.
La figura tiene detractores que la consideran una utopía, por no haber forma de sostenerla económicamente, o porque es un lujo para los países ricos. Sin embargo, Argentina, Brasil y México que no son acaudalados, han encontrado diversos caminos para asumirla.
Los escépticos además pronostican una consecuencia ética de mucho cuidado: un sistema de renta básica acarrearía una perdida del deseo por trabajar y en consecuencia una generación de “atenidos” del Estado.
No obstante, los experimentos realizados en países con Ingreso básico como Canadá, Alaska en EEUU, y otros europeos como Finlandia han establecido que incluso cuando se produce un descenso en la oferta laboral, esto no se traduce en holgazanería sino en un aumento de actividades productivas en un sentido amplio, como la educación, el cuidado de los niños o el trabajo comunitario.
Ahora que ya son innegables las consecuencias económicas de la pandemia y se vaticina un aumento en la pobreza, el ingreso mínimo se abre camino en la agenda nacional, tal como lo prueba un proyecto de ley promovido por 54 senadores de distintos partidos políticos que propone crear la Renta Básica de Emergencia.
La iniciativa busca modificar el Programa de Ingreso Solidario que, es un apoyo económico de $160.000 que el Gobierno da a los hogares en condición de pobreza para atenuar las consecuencias de la COVID -19. Los congresistas plantean una suma de1 salario mínimo ($980.657) para la totalidad de los hogares pobres y para los trabajadores de micronegocios por tres meses.
Lo cierto es que la idea se parece más una asignación que a una Renta Básica Universal pues, condiciona la prestación a que el receptor sea pobre, lo que se opone a la característica de universalidad. Pese a esto, el proyecto es de celebrar, sobre todo porque plantea de donde saldrán los 20 billones de pesos que cuesta dar el subsidio durante la emergencia.
Sugiero eso sí, llamar a lo propuesta por lo que es: una asignación. Recordemos que el lenguaje crea realidades y de aprobarse de esta manera, podría quedar en el imaginario que en Colombia tenemos una Renta Básica Universal, desarmando una discusión seria frente a una figura tremendamente poderosa para este país que tiene un nivel de desigualdad grosero.