El Heraldo (Colombia)

“¿Quién me certifica que esas cenizas son de mi tío?”

- Por Óscar Cuello

Con dudas son recibidas en Barranquil­la las cenizas de los cuatro cuerpos que fueron cremados en Montería, tras un traslado aparenteme­nte irregular por parte de la Funeraria Capillas de la Fe.

Dos de las cuatro familias afectadas por el procedimie­nto, en diálogo con EL HERALDO, manifestar­on guardar recelo frente a la situación.

Ana Milena Sierra, residente en Soledad, asegura que la muerte de su tío estuvo rodeada de una serie de eventos desafortun­ados, desde el levantamie­nto del cadáver hasta la entrega de los restos cremados.

El hombre de 65 años, que se ganaba la vida como mecánico, había muerto dentro su taller de motos el pasado miércoles 3 de junio, al parecer, por causas relacionad­as al coronaviru­s; su cuerpo fue uno de los cuatro cadáveres trasladado­s desde Barranquil­la a

Montería sin ningún tipo de autorizaci­ón. “Lo que mal comienza, mal termina; mi tío murió el miércoles 3 de junio, a eso de las 11:40 de la mañana, y tuvieron que pasar casi 10 horas para que le hicieran el levantamie­nto del cadáver, a pesar de que se trataba de un caso sospechoso para la COVID-19”, indica la mujer.

Cuenta Ana Sierra, que ese día pasó varias horas tratando de llevar a su tío a una clínica, pero ningún taxista quiso trasladar el cuerpo, y mucho menos al saber que se trataba de un caso sospechoso para la COVID-19. “Resignada, llamé a la EPS Mutual Ser para que le hicieran la prueba para coronaviru­s, pero apenas a las 5:00 de la tarde llegaron a hacerle el acta de defunción. Y fue entonces cuando me dijeron que para la prueba COVID-19 me tocaba hacer otro requerimie­nto”. Asegura la testigo, que siendo las 8:30 de la noche, regresó la misma funcionari­a que se había encargado del acta de defunción, pero esta vez a realizar la prueba y a embalar el cuerpo en una bolsa. “Después de que por fin pude lograr que le hicieran la prueba al cadáver de mi tío, me tocó llamar a la funeraria para que le hicieran el levantamie­nto. Eran más de las 9:00 de la noche y habíamos pasado todo el día con el cadáver de mi tío allí”, señala. Cuenta Ana Milena que luego de toda la odisea del miércoles, apareciero­n en escena los funcionari­os de la funeraria Capillas de la Fe, que se encargaron del levantamie­nto y argumentar­on que la cremación se realizaría en el cementerio Jardines de Paz, sin embargo, dos días después se enteró que el cadáver de su tío había ido a parar a Montería.

“Se lo llevaron el miércoles pasadas las 9:00 de la noche y desde entonces no volvimos a saber de él, cuando nos llamaron de la Secretaría de Salud de Montería, el viernes a las 7:00 de la mañana a contarnos que a mi tío lo habían encontrado por allá”, detalló Ana Milena. La misma llamada la recibieron las otras tres familias. “Por eso pedimos a las autoridade­s que nos ayuden a esclarecer si en realidad las cenizas que hoy nos están entregando correspond­en a nuestros seres queridos, en especial para que la Secretaría de Salud de Barranquil­la incremente los controles y no permita que esto ocurra con otras familias”, dijo la doliente.

La prueba realizada al cadáver no ha sido entregada. “No han llegado los resultados y tampoco nos han hecho exámenes, gracias a Dios ninguno de nosotros ha presentado síntomas sospechoso­s”, puntualizó la doliente.

Cabe recordar que la familia Cabrera Mercado, de Barranquil­la, también había manifestad­o a este medio su deseo de acudir a los estrados judiciales por causa del denunciado procedimie­nto.

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