Angostura Campestre: un oasis de verdor en el Atlántico
Vía Baranoa-Polonuevo, a solo 25 minutos de Barranquilla, de propiedad del ganadero Anatolio ‘Pechy’ Santos Olaya, se fundamenta en el silvopastoreo con eucalipto.
Una de las explotaciones agropecuarias más funcionales y con máximo respeto por el medio ambiente en la Costa, está en el departamento del Atlántico: Angostura Campestre, ubicada en la vía Baranoa-Polonuevo km 5, a solo 25 minutos de Barranquilla, de propiedad del empresario ganadero Anatolio ‘Pechy’ Santos Olaya.
Allí, se aplican las buenas prácticas, teniendo como fundamento el silvopastoreo con eucalipto, con más de 330 mil árboles, formando un hermoso bosque tropical de maderables, que complementan otras miles de unidades nativas y cercas vivas, para sumar más de un millón de especies vegetales sembradas, en 181 hectáreas, donde se destaca la división de potreros para la rotación de los animales, logrando una relación armónica con la naturaleza.
“El objetivo es aumentar el nivel genético, en consonancia con el mejoramiento del ecosistema, la producción de forrajes, y en épocas de sequía tener suficiente alimento para ofrecer al sector. Es un trabajo de más de 12 años, sin separar la parte productiva de los recursos naturales de la zona. Venimos haciendo prácticas con abonos orgánicos. Cuando comenzamos la rotación, teníamos que buscar la fertilización después de un estudio de suelo, aplicamos los nutrientes requeridos para pastos. Tenemos guineas mejorados, como tanzania, mombasa, angola, estre lla, se ha logrado buenos rendimientos en el ganado”, declaró Santos.
VENTAJAS. Explicó que “tenemos 33 potreros de 4 hectáreas, 4 de bancos de forraje para heno o silo, y 29 de alimentación para los semovientes, cada uno es visitado una vez por un lote de 110 animales. Ahora tenemos ganado doble propósito, y estamos sacando terneros de 8 meses con pesos de 240 a 260 kilos a toda la leche, cruce de bos índicos con bos tauros, gyr o brahman con normando, ganando en productividad de leche y carne, y con ese resultado hemos logrado vender animales media sangre, porque también le estamos apostando al mercado de la genética”.
“Las crías no andan con la madre todo el día, pero crecen a toda leche, y por eso se logran esos pesos buenos, y comercializamos ejemplares de 15-12 meses listos para montar, o para sacrificio o para engorde. Cuando destetamos a 260 kilos, en año y medio estamos llegando 320-350 kilos”, añadió.
Santos Olaya habló sobre las ventajas del silvopastoreo: “Tú vuelves la finca un segundo piso, naturaleza pura, valor agregado, es ganado y es madera. Se mejoran los rendimientos de temperatura (baja tres grados de la normal en el entorno), favorece el hábitat del ganado, para su levante y producción lechera. Los árboles fijan oxígeno, biomasa, mejoran el suelo y el ambiente”.
Este predio se destaca, porque tiene varios reservorios de agua, ya que se almacena la que cae en forma de lluvia, para no tener inconvenientes en verano, lo cual conserva siempre la humedad. Hay 30 hectáreas representadas en 10 represas, las cuales se surten en forma de llenado, el líquido desciende de una a otra y se distribuye por gravedad y se le da riego al forraje y frescura a los terrenos donde pasta el ganado.
Para el futuro, habrá bonos de captura de CO2, lo cual sería otra alternativa de ingresos, después de una alta inversión con recursos del Minagricultura a través de Finagro. El de los árboles, es un proyecto a 14 años. La transformación del eucalipto es para varias cosas: tríplex, papel, postes, es el segundo o tercer maderable en explotación a nivel mundial.
Otro aspecto sobresaliente de esta finca, es la cobertura toral en cercas vivas. Se ha hecho una alta inversión, porque ayudan a la seguridad (ya que hay 2 municipios cerca), ayudan a conservar la humedad, cortan los vientos que secan mucho el pasto y evaporan el agua de los reservorios.
Aquí en Angostura Campestre, se está gestando un gran proyecto ecoturístico, aprovechando la asombrosa belleza paisajística, tema que se tratará en una próxima entrega.