Cuatro hoteles albergan a 430 migrantes en Riohacha y Maicao
La ACNUR firmó convenio para alojar a víctimas de violencia intrafamiliar, sexual, de género o discriminación Allí son valorados y permanecen hasta tres semanas.
RIOHACHA. Angélica es el nombre con el que llamaremos a una de las protagonistas de esta historia. Ella, de 36 años y oriunda de Venezuela, confiesa que no revela su verdadera identidad por físico miedo.
Desde el 2016, cuando salió de su país, su vida cambió drásticamente, hasta el punto que hoy está alojada en un hotel habilitado por la Acnur como refugio para migrantes. Allí permanece junto a sus dos hijos.
No puede salir de su habitación porque teme que la encuentre el padre de su hija menor.
“Me tiene amenazada, ya me pegó varias veces y me partió un dedo”, afirma mientras amamanta a su hija de cinco meses.
En su país administraba un negocio que cerró por la crisis, lo mismo pasó con el supermercado en el que trabajaba como supervisora.
“Me vine con mi niña que ahora tiene siete años y allá dejé a los dos mayores con mi mamá, ya que a mi esposo lo mataron en un atraco”, explicó Angélica.
Cuando llegó a La Guajira comenzó a traer mercancía para venderla. Allí conoció al padre de su última hija.
“Al principio todo iba bien, pero después se fue volviendo muy celoso, me hacía botar de los trabajos que conseguía en casas de familia, porque desconfiaba de mí”, indicó.
Cuando quedó embarazada se fue a Santa Marta, donde nació su hija, porque su compañero no la quiso reconocer. Entonces se regresó a Riohacha porque no tenía con qué sostenerse, pero su expareja comenzó a perseguirla y atacarla en cualquier parte donde la veía.
Terminó durmiendo en la calle tras denunciar a su exmarido. Una noche fuecontactada por la Acnur (la Agencia de la ONU para refugiados) y desde entonces recibe alojamiento y alimentación.
Con ella son al menos unos 430 migrantes y refugiados venezolanos que están siendo beneficiados con la alianza que se hizo con cuatro hoteles de La
Guajira, dos en Riohacha y dos en Maicao.
Además de alojamiento, cada persona es sometida a valoración médica, orientación legal, alimentación, kits de higiene y un apoyo económico a su salida, explicó Federico Sersale, jefe de la Oficina de Acnur en La Guajira.
Otro ciudadano venezolano, Rodny José Ustare Morales, 33 años, permanece en silla de ruedas desde que le amputaron los dedos de su pie derecho.
Fue diagnosticado de diabetes por lo que necesita un cuidado y acompañamiento permanente.
Hace ocho meses llegó a Riohacha junto a su mamá, donde recibe la atención que quizás en Maracaibo, su tierra, no hubiera recibido, dice.
Hace tres meses lo atropelló un motociclista que huyó.
Federico Sersale, jefe de Acnur en La Guajira, explicó que los migrantes beneficiados hospedados en los hoteles estaban en situación de calle o sufrían violencia de género, intrafamiliar o sexual.
Los beneficiados se alojan entre dos o tres semanas, luego reciben una ayuda económica para el pago del arriendo donde cumplan el aislamiento.
Dijo que durante el tiempo de cuarentena se han notificado 70 casos de violencia intrafamiliar, de género o sexual, mientras que durante todo el 2019 fueron 120 los casos detectados.
Edwin Camargo, asistente de protección de Acnur, explicó que son personas que primero acuden a la justicia y luego son protegidas por el organismo en sitios seguros, donde se le brinda una ayuda integral.
“Lamentablemente esta red de hoteles existe porque los migrantes han sido desalojados, pero lo que queremos es que puedan tener un empleo y no queden en la calle”, indicó.