Conozca qué es la fatiga de precaución por cuarentena
Después de más de 90 días en aislamiento, muchos “se cansan del autocuidado” y el encierro, dice Minsalud. Jóvenes son más dados a sentirlo.
Son muchas las personas que desde el 25 de marzo están tomando medidas para evitar el contagio con COVID-19, pero algunos expertos advierten que debido al largo tiempo que lleva el confinamiento hay quienes pueden empezar a experimentar fatiga de precaución.
“Este fenómeno se da porque las personas se cansan de ser cautas y de prevenir. Se cansan del autocuidado”, explica Nubia Bautista, subdirectora encargada de Enfermedades no Transmisibles del Ministerio de Salud.
De acuerdo con la especialista en psiquiatría, ya hay quienes empiezan a manifestar este fenómeno mostrando comportamientos que van desde la desmotivación hasta volverse más laxos con las medidas de precaución.
De acuerdo con Bautista, los estudios demuestran que los grupos poblacionales que no se consideran en riesgo de contagiarse con COVID-19 son quienes más pueden llegar a mostrar señales de este comportamiento.
“Las personas se vuelven insensibles a las advertencias porque su cerebro se ha adaptado a las alarmas o los mensajes de prevención de manera repetida y empiezan a prestarle menos atención o ignorar las recomendaciones”.
David Álvarez, un joven de 20 años, manifiesta que al igual que sus amigos ya se siente aburrido por el largo encierro. Pese a respetar la cuarentena, confiesa que desde hace un par de semanas hay ocasiones en las que olvida que debe lavarse las manos constantemente luego de haber tenido contacto con alguna superficie.
“He estado todo el tiempo en casa y todos cumplimos las medidas, creo que eso me llevó a confiarme un poco. Sé que hay una alta cifra de personas contagiadas, lo mejor es que siga con las precauciones igual que al principio”, confiesa. Así como sucede con David, también pasa con otros jóvenes y adultos, por lo que el Ministerio de Salud hace un llamado para no descuidarse en las medidas de prevención y así evitar contagiarse en casa con COVID-19.
Según Bautista, la flexibilización con relación a las medidas es grave porque “las personas pueden empezar a reducir el distanciamiento físico, el lavado de manos o el uso del tapaboca constante”, advierte.
La especialista en salud mental también hace un llamado a los jóvenes para que mantengan la precaución como en el primer día.
La experta también indica que esta conducta se puede ver relacionada con la teoría del “déficit de autocuidado”. “Las personas pueden tener dificultades para emitir juicios sobre su salud y este déficit no puede ser considerado un problema de salud mental, sino que refleja otro patrón de comportamiento exacerbado en algunas personas que al incorporar rutinas de autocuidado exigen cambios culturales como por ejemplo el uso del tapabocas”.
En ellos se da porque carecen de conocimiento sobre sí mismos a la hora de llevar a cabo el proceso de higiene o porque sencillamente no muestran algún deseo por adquirir hábitos frecuentes de limpieza.
La galena recomienda que para evitar este fenómeno se priorice en la realización de actividades que ofrezcan sensación de fortaleza física y emocional. “Por ejemplo, pueden hacer ejercicios, alimentarse bien y establecer metas alcanzables a corto plazo”, indica.
La funcionaria del Ministerio también es enfática en la necesidad de dormir bien, mantenerse hidratados y evitar el consumo de bebidas alcohólicas.