Apercollar, bimestral, Indio Duarte
P.: Además de trillar, que usted mencionó hace poco, también decíamos apercollar. ÉVP, B/quilla
R.: Trillar, con el sentido de besar, surgió como necesidad expresiva asociada al significado inicial del verbo, esto es, ‘quebrantar o dejar a alguien maltrecho’. Apercollar tiene su propia etimología y su propio significado. Viene del latín per collum ‘por el cuello’, y es voz coloquial que significa “coger o asir a alguien, especialmente por el cuello”; por eso, desde hace décadas se relaciona con besar, con bailar abrazados o con darse un revolcón.
P.: En un aviso, un medio ofrece “una suscripción digital bimensual” y no “una suscripción digital bimestral”. Dagoberto Campo, B/quilla
R.: La confusión de los adjetivos bimensual y bimestral es frecuente en el habla común, en la redacción de documentos y en anuncios. Bimestral quiere decir que algo sucede cada dos meses, y bimensual que ese algo ocurre dos veces al mes. Por eso, si alguien toma “una suscripción digital bimensual” tiene derecho a acceder a los dos números que se publican en el mes; pero si toma “una suscripción digital bimestral” quiere decir que puede acceder a un número distinto, cada día, durante dos meses.
P.: Investigo sobre el Indio Duarte, recitador argentino. Poco he hallado. ¿Quién era el Indio Duarte? Samuel Whelpley, B/quilla
R.: De Antonio Comas, el Indio Duarte, solo se conoce que nació en la pampa argentina y murió en Perú en 1965 y que en 1953 llegó a Colombia, donde grabó tres elepés de poesía popular de diversos autores, que incluían
El brindis del bohemio y El duelo del mayoral. La información sobre Duarte es muy pobre porque no es un personaje de interés. Como recitador era dramático, con una voz llena de inflexiones, tensión y erotismo ingenuo. De moda en una época limitada, actuaba para un público también limitado. Era distinto a Berta Singerman, actriz y recitadora rusa naturalizada argentina, que se presentaba en el Colón, el teatro más tradicional en nuestro país, declamando poesía de alta escuela, como las de Barba-Jacob, Silva, Neruda, Rubén Darío, Juana de Ibarbourou… El Indio Duarte tenía el talante del Indio Rómulo, colombiano, surgido después, declamador de la poesía popular más rústica, la cual existe y también vale. Pero no creo que ninguno de los dos fuera citado a encuentros literarios, por ejemplo, con De Greiff o con Carranza.
Nota: Sobre el bálsamo de Tolú (de hace ocho días), el lector JATS me dice que en 1863 se logró el primer chicle con sabor, gracias a un polvo resultante de la resina del árbol de Tolú. Y ‘alfonso.1941’ me escribe: “No es que los remedios de ahora sean más modernos y eficaces, sino que falta interés en desarrollar uno a partir de la fuente natural, o, tal vez, las farmacéuticas analizaron los componentes y los sintetizaron para su propio lucro. Creo que si una universidad se interesara lograría desarrollar un mejor producto con la fuente original del árbol de Tolú”.