Hablan los expulsados por el partido Farc.
Por un lado se observa un sector del partido con tendencia al centro, y por el otro, un grupo que cuestiona al jefe de la colectividad.
La filtración de la noticia de la expulsión del partido creado tras los Acuerdos de Paz de cuatro de los integrantes de FARC, dos de ellos de los más antiguos en la militancia, asomó algunas de las ‘fisuras’ que se estarían viviendo en el interior de la colectividad.
Aunque Rodrigo Londoño (alias Timochenko), jefe del partido, no ha querido referirse al tema, en una circular interna dirigida a los militantes de la Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común (FARC) aclaró que la Comisión de Ética “con fundamento” adelantó procesos disciplinarios contra un grupo de militantes.
En la circular, a la que EL HERALDO tuvo acceso, Londoño explicó que las decisiones del Consejo Político Nacional (CPN) no se comunicaron de forma inmediata debido a que “el código de ética como el manual de procedimiento establecen unas formas que se deben guardar y que tienen que ver particularmente con la notificación personal a las partes involucradas”.
De hecho, es la misma razón por la que Ubaldo Zúñiga, alias Pablo Atrato, Andrés París y Benedicto González aún no conocen la resolución del Comité de Ética del partido. Otro de los involucrados también es Fabián Ramírez, a quien este medio no logró contactar.
París, quien era el jefe del Bloque Oriental de las FARC, ahora es el presidente de Corporeconciliación, una ONG que acoge a cerca de 2.000 excombatientes.
Según París, las medidas que se anuncian no son “graves delitos del Código Penal colombiano ni de la actividad partidaria”. “No aparece ninguna mención que nos involucre en actividades ilegales, los 4 expulsados tenemos una ruta de acción política que reafirma la defensa del proceso. Tenemos críticas a ese proceso, pero creemos que podemos seguir avanzando”.
En igual sentido, Benedicto González, que ocupó la curul de ‘Jesús Santrich’ cuando fue capturado, y Pablo Atrato, que fue el jefe del frente 57 de las FARC y ahora es el presidente de la cooperativa Ecocomún, reafirmaron su compromiso con la paz.
DISPUTAS. Para el profesor de la Universidad del Norte Luis Fernando Trejos hay tres tendencias que se observan en el grupo de excombatientes.
“La primera pasó de un ala revolucionaria y se movió al reformismo, giró mucho hacia el centro. Es el caso de ‘Timochenko’ y el senador Carlos Lozada. La segunda tendencia es de posturas revolucionarias, encabezadas por ‘Iván Márquez’ y ‘Santrich’, y tienen todavía algunos seguidores dentro de la legalidad. Y la tercera es liderada por excomandantes de las FARC que durante la transición a la paz se quedaron por fuera de espacios de poder, como el caso de Andrés París y Fabián Ramírez”, detalló Trejos.
Entre los reclamos que le hacen al director del partido de la rosa, los tres integrantes se refirieron a la aceptación de algunas decisiones gubernamentales.
González, por ejemplo, citó el caso del nombramiento del hijo de ‘Jorge 40’ como coordinador de Víctimas en Mininterior. “Fue una provocadora acción del Gobierno que en mala hora respaldaron ‘Timochenko’ y los suyos”.
Incluso, desestimó la versión del atentado contra Londoño. “Tampoco puedo aceptar que se valide como cierta la versión estatal sobre el supuesto atentado a Rodrigo Londoño, ‘Timochenko’, cuando con sobradas razones e insumos probatorios se ha indicado que los hechos narrados riñen con la realidad”.
Así como también salió en contra del senador Lozada, por no oponerse al ascenso de oficiales como Nicacio Martínez, y de Pastor Alape (delegado al Consejo Nacional de Reincorporación)
por aceptar “la ruta de reincorporación (modelo de Duque) que reedita el modelo de DDR, objetado y desechado en el Acuerdo de Paz, convirtiendo hoy la reincorporación en simple sobrevivencia individual, asistencialista y miserable”.
Por su parte, París señaló: “Ese escenario de incumplimiento del Gobierno se unió a un escenario de descuido de la dirección del partido, especialmente de ‘Timochenko’, que empezaron a privilegiar los desarrollos de la implementación (del Acuerdo) para unos núcleos”.
Según estos integrantes de FARC, la expulsión del partido se da por opiniones públicas que han hecho que van en contracorriente de las decisiones tomadas por Londoño.
Ante ello, Pablo Atrato expuso que ciertos comandantes no lograron adaptarse a la nueva forma de organización, donde los militantes también pueden exigir debates y respuestas, opinar y criticar.
“Eso que ven como fisuras, al final, refleja la pluralidad del pensamiento de los hombres y mujeres que firmamos el Acuerdo. (…) Indudablemente una decisión de ese tipo (la expulsión) hace mucho daño, pero no porque seamos nosotros, sino porque están demostrando la poca altura política, la incomprensión del momento y la mezquindad en la actuación de quien se comporta así”, sustentó.
De hecho, Atrato puso de presente que al observar tales actuaciones que no permiten la diversidad de pensamiento ha llegado a pensar que pueden “haber intereses turbios pactados por ese sector del Consejo Político Nacional, que se autodenomina ‘el núcleo’ con algunos sectores del Estado para sabotear la posibilidad de que sobreviva el Acuerdo”.