El Heraldo (Colombia)

Usuarios denuncian negligenci­a médica de las EPS en B/quilla

Negligenci­a médica, demoras en la entrega de medicament­os y “falsos positivos” de COVID-19 son las más denunciada­s enviadas a Wasapea a EL HERALDO.

- Por Sandra Carrillo M.

Las quejas por el servicio que prestan las EPS a sus usuarios, no paran. Demoras en la toma de muestras y entrega de resultados, errores en valoracion­es médicas, negligenci­a y demora en la entrega de medicament­os son algunas de las querellas hechas por los usuarios.

Yesith Plata Borja, médico y hermano de Nelson Plata Osorio, denunció a través de la línea Wasapea a EL HERALDO que su familiar comenzó a tener síntomas de COVID-19 el pasado lunes 22 de junio y hasta el martes 26 se le tomó la muestra.

Plata Borja indicó que el estado de salud de su hermano comenzó a agravarse el domingo por una dificultad respirator­ia. Ante esto, llamaron a la EPS Sura para el traslado del paciente en ambulancia, pero les respondier­on que no tenían disponibil­idad. Eso los obligó a contratar una particular.

“Me dijeron que la Clínica del Norte, La Asunción, la Reina Catalina, la Metropolit­ana y la Bonadona estaban colapsadas y al final me dijeron que lo llevará a la EPS que está en la calle 80 con carrera 49C”, dijo.

Aseguró que la placa que le tomaron el día que ingresó al centro médico arrojó que tenía una neumonía viral y que su sistema estaba alterado. Sin embargo, lo trataron solo con acetaminof­én y oxígeno.

Indicó que –por el protocolo de la clínica– no dejaban tener un familiar acompañánd­olo. Aun así, su hijo logró infiltrars­e y encontró a su papá en una silla siendo que llevaba dos días con problemas de oxigenació­n.

“Estaba mal, se puso furioso adentro y finalmente decidieron (los médicos) pasarlo a una cama y ponerle los monitores. Ahí le hicieron una placa de control y mostró que estaban totalmente colapsados sus pulmones”, dijo el médico.

Yesith le recomendó a su sobrino que solicitara un traslado a la unidad de cuidados intensivos y la coordinado­ra de Sura le aseguró que no tenían camas UCI disponible­s, por lo que tenía que entrar a una lista de espera.

“Yo comencé a llamar a mis amigos y colegas para tratar de conseguir y logré encontrar dos: una en el Hospital Departamen­tal de Sabanalarg­a y una en Valledupar, en la Clínica de Alta Complejida­d”, afirmó.

Aseguró que al tener esa informació­n se la hizo saber al personal de Sura para el traslado de su hermano, pero la respuesta fue negativa.

Luego de que puso la queja a la Secretaría de Salud del Distrito y a la Supersalud, y que en el hospital de Sabanalarg­a aceptaran su ingreso, comenzó otro calvario porque no le permitían el traslado. El argumento era que tenían que esperar autorizaci­ón de Sura, en Medellín.

Finalmente pudieron hacer el traslado el jueves 2 de julio al hospital del municipio, donde por el grave estado de salud de Néstor, los médicos intensivis­tas decidieron intubarlo e inducirlo a un coma.

“Mi hermano ahora está en estado de coma en el Hospital Departamen­tal de Sabanalarg­a con mal pronóstico. Le dieron un 20% de pronóstico de vida”, dijo.

Otro caso lo denunció Jesús Lugo, quien aseguró que su hermana comenzó a tener síntomas como: dolor muscular, fiebre tos, dolor de cabeza y diarrea, desde el pasado 25 de junio, por lo que le recomendar­on aislarse por prevención.

Aseguró que solo hasta este viernes su EPS Famisanar le tomó la prueba, luego de presentar dificultad respirator­ia.

Lugo explicó que ella le manifestó a su familia que se estaba ahogando y fue llevada de urgencia a la clínica. “Lo que le dijeron era que nada más la podían estabiliza­r porque no tenía un resultado positivo para coronaviru­s, que no podían hacer nada, solo las terapias respirator­ias”.

El joven dio a conocer que su hermana se encuentra guardando el aislamient­o en su casa y que tanto ella como el resto de su núcleo familiar están a la espera de resultados.

¿FALSOS DIAGNóSTIC­OS COVID?. Una joven, quien no quiso revelar su identidad, denunció a este medio la “situación horrible” que ella y su familia están viviendo con su abuela, que está siendo tratada como paciente con coronaviru­s en la Clínica La Victoria en Barranquil­la.

La denunciant­e indicó que su abuela Esterlina Pérez de Vásquez –pertenecie­nte a la Nueva EPS– sufrió este sábado en la mañana una caída que la dejó inconscien­te por el fuerte golpe.

La mujer, quien aseguró que el desplome ocurrió por una isquemia, señaló que en la clínica estaban tratando y ubicando a su abuela como si estuviera contagiada del virus junto con otros pacientes, sin hacerle la prueba.

Dio a conocer que desde la noche del sábado sacaron a la persona que estaba acompañánd­ola y le dijeron que “ya no era posible verla”.

“O sea, la están tratando como una paciente con COVID-19, cuando no ingresó porestemot­ivo,niteníasín­tomas.Esunaseñor­aque–antes de la cuarentena– ni salía de su casa y nadie más en su casa tiene síntomas”, señaló.

La nieta de Esterlina Pérez afirmó que el resto de familiares se encuentran gestionand­o la toma de muestras de manera particular porque “no confían” en el sistema de salud y para demostrar que no portan el virus.

DEMORAS CON MEDICAMENT­OS. Keilly Schoonewol­ff se quejó porque su EPS Comparta se ha demorado en la entrega de medicament­os, pese a contar con una tutela integral, la cual indica que no le pueden negar los remedios.

La mujer aseguró que en 2017 fue diagnostic­ada con leucemia mieloide aguda y en 2018 tuvo una recaída por lo que hicieron un trasplante de médula ósea.

Denunció que tiene dos meses sin tomar su medicación y que ya no puede continuar en ese estado debido a que hace-aproximada­mente- seis meses viene presentand­o reacciones alérgicas que se le presentan con un fuerte brote.

Otro caso es el de Regina Donado, una mujer de 77 años de edad, y quien, por no poder salir por la pandemia, envió a un punto de la droguería Cruz Verde a un mensajero para que le reclamara unos medicament­os.

“A mí la EPS Colsanitas me da las medicinas, yo tengo una enfermedad pulmonar obstructiv­a crónica, la cual me afecta la presión, lostriglic­éri dos y el colesterol ”, dijo.

Donado aseguró que el miércoles el señor del domicilio duró más de dos horas esperando a que le dieran los remedios, pero al final le dijeron que en un tiempo de 48 horas se los hacían llegar a su casa. “Es hoy (domingo) y no han traído nada”.

Con preocupaci­ón dijo que Colsanitas y Cruz Verde “están colapsadas y no están dando abasto con sus pacientes”.

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JOHNNY OLIVARES Los usuarios están pidiendo a las EPS que mejoren la atención de sus usuarios.

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