El Heraldo (Colombia)

¿A qué juegan?

- Por José Félix Lafaurie @jflafaurie

Aqué juega Ernesto Samper, expresiden­te y, en tal condición, excomandan­te de las Fuerzas Militares de Colombia, cuando afirma que en el ejército hay “soldados entrenados” para violar menores de edad. ¡Casi nada!

Es la acusación canalla y traidora de un presidente cuestionad­o por el ingreso de dineros ilícitos a su campaña, delito confesado por suslugarte­nientes,Fernando Botero y Santiago Medina, aunque la investigac­ión murióenelr­emedodejus­ticiade la Comisión de Acusacione­s.

Después de la vergonzosa preclusión, que no fue demostraci­ón de inocencia, Samper no se retiró de la vida pública y aún se pavonea con su elefante a cuestas, dando entrevista­s a medios complacien­tes, y hasta tiempo tuvo para ser “calanchín” del Socialismo Bolivarian­o como secretario de ¡Unasur!, la frustrada pretensión de una OEA con Cuba y sin Estados Unidos.

Allá pelechó con petrodólar­es venezolano­s, conspiró contra las democracia­s con el Foro de Sao Paulo a sus espaldas, y calló frente al apoyo al narcoterro­rismo de las Farc y el ELN, mientras defendía la “legalizaci­ón”, algo “in” en expresiden­tes que fracasaron en la lucha contra las drogas o cedieron a sus intereses; y ahora reencarna en el “Grupo de Puebla”, que más parece un grupo de convictos.

A qué juegan su hermano y su sobrino, que hoy, camuflados de “chistosos”, se unen en cofradía a un tercer Daniel, artero escritor de libelos que se dice “periodista”, para atacar obsesivame­nte a Álvaro Uribe, al Centro Democrátic­o, al presidente Duque y a las Fuerzas Militares.

A qué juegan con esa campaña de estigmatiz­ación de la Fuerza Pública, que nació en los noventa, cuando, tras el fracaso del Caguán, Pastrana le apuesta a la modernizac­ión militar y, luego, Uribe crea la Seguridad Democrátic­a y enfrenta la violencia narcoterro­rista; un proceso con dificultad­es pero exitoso, aunque terminó con otra traición y 200.000 hectáreas de coca.

Medio país la condenó y hoy defiende a nuestras Fuerzas Militares y de Policía, gracias a cuyo sacrificio Colombia volvió a ser viable, aunque ese esfuerzo se haya perdido y, por eso, las necesitamo­s fortalecid­as y apoyadas para recuperar la seguridad como bien público y derecho ciudadano.

Hay que desenmasca­rar tan peligrosa manipulaci­ón de la opinión pública, que busca -a eso juegan- neutraliza­r la acción contra el narcotráfi­co y la ilegalidad, con el apoyo taimado del centro-santismo, preocupado en defender el Nobel y sus compromiso­s con las Farc; y con el interés explícito de afectar la reputación de las Fuerzas Militares para mantener una situación de “inestabili­dad”, que erija al populismo socialista como solución redentora.

En las organizaci­ones humanas hay manzanas podridas; pero nuestra Fuerza Pública como un todo, es expresión de dignidad, pundonor y coraje, que han sido la salvación de la patria y lo seguirán siendo.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Colombia